Beñat Etxebarría regresaba esta noche al Benito Villamarín por vez primera tras su traspaso al pasado verano al Athletic Club. El centrocampista de Igorre, que tan grato recuerdo dejó en la afición verdiblanca, ha vivido un día emotivo, en el que ha comprobado que la huella impregnda por sus actuaciones se mantiene intacta. Desde su llegada, Beñat ha sido recibido con aplausos y vítores por la hinchada bética, que reconocía de este modo la excelente hoja de servicios prestada por el jugador del Athletic en sus años como integrante de la casa heliopolitana, con la especial relevancia de los dos goles en el Estadio Sánchez Pizjuán que sirvieron para vencer al Sevilla FC por 1-2.

En la antesala del partido, el centrocampista vasco ha escuchado los aplausos de los seguidores que se congregaban en el Benito Villamarín. Posteriormente, fue fundiéndose en diferentes abrazos con los que hasta hace unos meses eran sus compañeros y con los que ha departido durante unos instantes durante el terreno de juego. Afortunadamente, Beñat no pudo llevarse a Bilbao la victoria para su equipo, pero seguramente la ovación brindada por el coliseo verdiblanco en el momento de su cambio, será una imagen que el excelente jugador guardará en su memoria para siempre.