Corriendo bajo la lluvia en honor a los habitantes de Tohoku
El 11 de marzo de 2011, un terremoto desató la descomunal fuerza destructora de la Naturaleza. Con epicentro a pocos kilómetros de la costa, el temblor originó un devastador tsunami que borró prácticamente del mapa algunas poblaciones de la costa del noreste de Japón, región conocida como Tohoku. Una de estas poblaciones es Minamisoma. Aquí, las aguas inundaron la costa, las embarcaciones fueron arrastradas tierra adentro por la corriente, que arrasaba todo a su paso.
Como consecuencia del terremoto, además, la central nuclear de Fukushima sufrió un accidente que desencadenó una fuga radiactiva. La zona tuvo que ser evacuada y los supervivientes reubicados mientras se llevaban a cabo los trabajos de reconstrucción.
Hoy, cuatro años después, se sigue trabajando para que las personas puedan volver cuanto antes a sus hogares.
En Minamisoma, muy cerca de la playa, se encuentra un monumento dedicado a las víctimas del desastre. Éste fue el punto de partida de la cuarta etapa de Tohoku Crossing, desde este monumento en Minamisoma hasta el templo sintoísta de Litate, un trayecto de 30 km en continua subida y con una lluvia incesante que nos acompañó durante todo el camino. Inicialmente, la etapa, de 24 km, comenzaba desde el centro de Minamisoma, pero al saber que existe un monumento a las víctimas decidimos salir desde este punto simbólico.
La etapa discurrió íntegramente por carretera de montaña y tardó en completarse algo más de lo previsto debido a las fuertes pendientes que Eduardo Fernández-Agüera se encontró en el itinerario. “Ha sido un día muy duro, porque llovió en todo momento e hizo 10 grados de temperatura. Llevaba las manos entumecidas, el teléfono dejó de funcionar, perdí la señal del GPS… pero fue al mismo tiempo muy emotivo; siempre tuve presente el objetivo de esta experiencia y eso me dio fuerzas para terminar”, comentó Eduardo al término de la jornada.
La siguiente etapa, quinta del proyecto, discurrió con normalidad durante 11 km, desde Fukushima a Date, un día de transición, pero igualmente cargada de simbolismo, porque de esta población es originario el señor feudal Date Masamune, promotor de la Embajada Keicho que, capitaneada por Hasekura Tsunenaga, supuso el inicio de las relaciones diplomáticas entre España y Japón (a principios del Siglo XVII), y origen del apellido Japón en la localidad sevillana de Coria del Río.
El Tohoku CRossing nace como proyecto deportivo promovido por el Ayuntamiento de Coria del Río que acerca la cultura nipona y española con la colaboración de la Embajada de España en Japón, la Embajada de Japón en España, el Real Betis Balompié, la empresa Mitsubishi España, la Takada Kenzo Association y la Asociación Hispano-Jaopnesa Hasekura Tsunenaga.