Cuando las perfectas sensaciones se traducen en resultados (3-1)
La perfección lleva al éxito y cuando se aplica se obtienen resultados de forma rápida. El Real Betis lo ha aplicado en este encuentro contra el Valencia y al descanso ya iba ganando por tres goles a cero. Tenía nuevos inquilinos el once verdiblanco con ganas de demostrar que no quieren salir de ahí y para ello han tirado de esa perfección que se ha instalado hoy en Heliópolis. Perfecto el partido de Salva Sevilla, perfecto el partido de Vadillo, perfecto el encuentro de Xavi y Matilla y perfecto el planteamiento de Pepe Mel. El Valencia empezó teniendo la pelota y sin darse cuenta a los 9 minutos ya había encajado el primero. La presión del Betis ha sido esta noche su mejor aliada. Ordenada y efectiva. Con eso y con una buena administración de la bola, Molina, Vadillo, Salva y Juanfran hacían mucho daño. Fruto de ésta vino el primero. El Valencia pierde la pelota muy cerca de su área, Salva tiene la paciencia para no dársela a Vadillo que estaba en fuera de juego y encuentra a Molina que la enchufa el primero. Más claro se ponía el choque para el juego que proponía el cuadro de Heliópolis. No llegaba el conjunto Che con claridad y el Betis empezaba a gustarse, a tener la pelota y, en una de esas, llegó la jugada de la noche. Triangulación perfecta de Juanfran, Molina y definición de Salva. Antes de este gol el almeriense tenía monopolizado el juego desplegando un gran fútbol. No aminoró la marcha el Betis y casi marca el tercero en una doble acción que desaprovecharon Molina, primero, y Salva después. La línea de perfección continuó y fue la misma que dibujó Vadillo en su arrancada y posterior asistencia al mediapunta para que Salva colocara el tercero. Sólo al filo del descanso apretó el Valencia con una jugada de Pabón que fue el único que lo intentó. Al descanso tres a cero y las sensaciones tenían reflejo en el marcador. Siempre se temen los primeros minutos del equipo que va por debajo del marcador y el Valencia así lo intentó, pero ni fueron muchos ni de gran intensidad. El Betis seguía a lo suyo, acrecentado por la moral que le otorgaba el marcador y el equipo de Djukic jugaba con centros alejado de bandas que eran repelidos por Amaya y Paulao. Las segundas jugadas también eran verdiblancos y por tanto el peligro a la contra. Sólo a balón parado podía llegar el gol valencianista y así llegó. Falta bien sacada de Banega y remate inapelable de Ricardo Costa cuando se cumplía el 22. Pero lejos de temer, el Betis fue ambicioso y así llegaron las ocasiones de Cedrick, que sustituyó a Vadillo, una de Molina, de nuevo el congoleño y hasta Nosa, entró por Salva, pudieron hacer el cuarto. Las contras dieron paso al fútbol control y el Betis cerró un partido perfecto y su primera victoria de Liga en casa.