El equipo se ejercita en la Ciudad Deportiva Luis del Sol con las bajas de Joaquín y Piccini
Resulta obvio comentar que el partido del sábado ante el Sevilla, primer derbi de la temporada, no es un encuentro más en el calendario. A una plantilla ya de por sí exigente a diario en los entrenamientos de cada semana, se le suma el carácter especial que desprende un duelo en el que deben multiplicarse los esfuerzos, en el que es obligación dejarlo todo en el campo como hará la afición en la grada. Lo saben los futbolistas y lo inculca el cuerpo técnico, de ahí que la alta intensidad tanto en la sesión de ayer como en la de hoy jueves no pille por sorpresa. Competitividad máxima y quebradero de cabeza para Pepe Mel, quien tendrá más difícil que nunca configurar el once inicial. Entusiasmo en el césped y pasión en el graderío, ingredientes de la receta para cocinar la victoria.
A esa intensidad contribuyen hombres como Joaquín. Pese a no estar de nuevo en la sesión de hoy, el portuense, perfecto conocedor del significado de los derbis, contagia estos días la trascendencia de un triunfo para la afición. El '7' permanecía junto a Cristiano Piccini en el interior de las instalaciones de la Ciudad Deportiva Luis del Sol realizando trabajo específico. Mañana, penúltimo ensayo antes de un derbi que ya asoma con cara de ilusión entre el beticismo.