Edu ha sido, sin duda, uno de los futbolistas más importantes del Real Betis en la primera década del siglo XXI, vistiendo la camiseta verdiblanca de 2004 a 2009.

Campeón de Copa en 2005, autor de goles decisivos (como el marcado ante el Mónaco en la ida de la previa de la Champions o los dos que garantizaron la salvación en Santander en 2007) y referente en todo momento de honradez y dignidad en la hierba, se ganó el aprecio apasionado de la afición que lo bautizó como 'El Príncipe'. Una distinción merecida para un futbolista de su estatura.

Nacido en Brasil, Luis Eduardo Schmidt apareció en la vida de los béticos en el mes de julio de 2004, asociado su nombre a un nuevo capítulo de los cíclicos enfrentamientos entre Betis y Sevilla. En aquellas fechas se daba por hecho que el futbolista recalaría en Nervión, pero en apenas unas horas todo cambió radicalmente ya que Edu prefirió aceptar la oferta del Real Betis.

Su debut se produjo el 12 de septiembre de 2004 en un Real Betis-Espanyol y desde el mismo momento de su llegada encajó plenamente en el club de Heliópolis. Firmó actuaciones y goles memorables, se proclamó campeón de Copa, obtuvo la clasificación para la Champions y se convirtió en ídolo de la afición.

Al año siguiente marcó el importantísimo gol contra el Mónaco y disputó con el Betis la Champions League y la Copa de la UEFA.

En la campaña 2006-07 sus dos goles en Santander garantizaron la permanencia del equipo en la máxima categoría y en la 2007-08 volvió a firmar unas estadísticas goleadoras muy relevantes, con tantos tan importantes como los obtenidos ante el Real Madrid y, sobre todo, los dos que le hizo al Barcelona en una remontada inolvidable.

Edu se granjeó el cariño y la admiración de los aficionados béticos. Esos que tanto siguen acordándose de aquel 'Príncipe' que veía el gol con facilidad y que siempre defendió hasta el último esfuerzo el escudo de las trece barras.