HISTORIA | La primera victoria en Villarreal
Por Manolo Rodríguez
La primera vez que el Real Betis visitó el campo del Villarreal hacía un frío que pelaba. Corría el 27 de diciembre de 1970, en lo más crudo de aquel invierno que pasó a los anales como uno de los más extremos del siglo. Y, además, caía una lluvia mansa que, según recuerdan algunos de los jugadores que disputaron el encuentro, "calaba los huesos y te dejaba paralizado".
Aquel domingo navideño el Betis llegó líder a El Madrigal y salió aún más reforzado en la cabeza de la tabla de Segunda División, la categoría en que se encontraron por primera vez verdiblancos y castellonenses. Ganó con claridad y siguió imparable hacia el ascenso cuando ya se estaba acabando la primera vuelta.
Como es natural, aquel Villarreal no se parecía en nada a los que es ahora. Estaba debutando esa temporada en Segunda y no contaba con tradición alguna en el fútbol nacional. Su campo era una instalación modesta y sus jugadores, salvo el ex atlético Casco y el ex valencianista Palau, gente modesta que mayormente había actuado en equipos de la zona. Algo similar ocurría con su entrenador, José Soriano Moreno, al que se conocía como Rey. Sin embargo, el equipo amarillo (entonces con calzona azul) iba bien en la tabla. Situado cómodamente en los puestos medios y con la satisfacción de haberle ganado ya a algunos gallitos de la categoría como el Cádiz o el Rayo Vallecano.
El Real Betis, por su parte, era el grande por antonomasia. El club histórico que, según referían las crónicas en todos sus desplazamientos, estaba en una categoría que no le correspondía. Pero era el caso que ahí llevaba tres años. Buscando lo que no acababa de encontrar,
Sin embargo, en esta temporada 1970-71 las cosas ya parecían tener otro color. Se notaba la mano de hierro del entrenador Antonio Barrios, quien perseguía su tercer ascenso en el banquillo verdiblanco y le otorgaba seriedad y firmeza al proyecto directivo que había iniciado un año antes el presidente Núñez Naranjo.
La plantilla, plagada de canteranos, se había reforzado con algunos jugadores que estaban marcando la diferencia. Entre ellos, destacaba el interior Isauro Álvarez, un centrocampista llegador procedente del Castellón que a esas alturas de campaña ya llevaba marcados 6 goles. Un hombre clave.
Incluso parecía resuelta mejor de lo previsto la grave crisis que había estallado un par de meses antes. Algo que ocurrió en el mes de octubre de 1970 cuando un gran ídolo como Quino decidió renunciar a jugar en el Real Betis por sus diferencias insalvables con la directiva.
Aquello fue un terremoto y tras el pánico inicial llegaron las soluciones urgentes. José María de la Concha, secretario técnico, peinó el mercado en busca de una alternativa y acabó encontrando a un delantero centro con garantías. Y así llegó Ángel Iglesias 'Machicha', un '9' puro que vino cedido del Granada. Un rematador poderoso que años antes había vestido la camiseta del Valencia y que se acopló de inmediato al equipo. Jugó 32 partidos entre Liga y Copa, marcó 7 goles y dejó un buen recuerdo entre la afición.
Con esos antecedentes, el Real Betis acudió por primera vez a Villarreal tres días antes de que acabara el año 1970. Se hallaba al frente de la clasificación y venía de cuatro victorias consecutivas. La expedición se concentró en Valencia, donde estuvo viendo llover durante todo el sábado. Llegado el domingo, la poca hierba de El Madrigal estaba llena de chacos. El frío era espantoso.
Arbitra el partido el colegiado ceutí Ibañez Alarcón y las alineaciones son las siguientes:
Villarreal CF: Alapont; Debón (Loren, m.18), José Luis, Marzal; Eusebio, Linares; Casco, Sosa (Moya, m.45), Palau, Serrano y Esteve.
Real Betis: Campos; Díaz, Telechía, Cobo; Irizar, Frigols (Mellado, m.72); Macario (Barba, m.45), Isauro, Machicha, González y Benítez.
A las cuatro menos cuarto de la tarde se pone el balón en juego y un minuto después ya va ganando el Betis. Córner que lanza Macario y que remata Isauro. Otro gol de Isauro. Al cuarto de hora, un despeje largo de Frigols llega al área local. El portero Alapont espera el bote, pero el campo encharcado lo despista y la pelota acaba en las redes. 0-2.
El partido tiene buena cara y se despeja definitivamente antes de que llegue la media hora. Falta al borde del área. La tira Pepe González y el guardameta castellonense sólo puede verla entrar. 0-3 y asunto terminado.
En la segunda parte el Betis administra la ventaja. Encaja un gol que no lo pone en apuros y sólo en el último tramo se endurece el juego tras las expulsiones del bético Barba (un buen extremo que había llegado esa temporada procedente de la cantera del Real Madrid) y del local Esteve.
La victoria por 1-3 dispara a los verdiblancos en la clasificación y los mantiene a cuatro puntos de sus perseguidores más cercanos. Una posición de privilegio que mantendrá sin altibajos en la segunda vuelta, en la que sólo perderá un partido.
El ascenso definitivo a Primera División se confirma a tres jornadas para el final de la temporada 1970-71. El Betis gana en Mallorca 0-1, también con gol de Isauro, y su victoria en el Luis Sitjar lo deja en cabeza con seis puntos más que su inmediato perseguidor, el Burgos, y ocho por delante de Córdoba, Rayo Vallecano y Deportivo.
El retorno a la máxima categoría se celebra una semana más tarde en Heliópolis. El 23 de mayo de 1971. Partido matinal en el que incluso reciben la copa que los acredita como campeones de Liga. El estadio es una fiesta y el rival es? ¡el Villarreal!
Importa menos el juego que la euforia y ello determina un empate a uno, con gol de Machicha a veinte minutos del final. Las peñas se pasean por el campo al principio y al final, estallan los cohetes, suenan los tambores y flamean las banderas.
Para el recuerdo, la alineación de aquella mañana, compuesta por: Campos; Díaz, Ezequiel, Pachón; Irizar, Frigols; Coradino (Macario, m.45), Isauro, Machicha, González y Benítez. Y, sobre todo, la foto de familia con la copa en la que puede verse al presidente Núñez y al entrenador Barrios.
El Villarreal volvería a cruzarse con el Real Betis dos años más tarde en una eliminatoria de Copa (la única que los ha enfrentado en el torneo del K.O.) y a partir de finales de los 90 empezó a ser un rival habitual en la Primera División.
Un club que no ha hecho más que crecer desde ese día de diciembre de 1970 en que el Real Betis Balompié le ganó por 1-3 en El Madrigal. Aquella tarde lluviosa en que el frío pelaba.