Durante toda la mañana, el ir y venir de aficionados verdiblancos ha sido una constante por los aledaños del Benito Villamarín. La razón era obvia: la presentación de Rafael van der Vaart. Mientras el jugador tomaba acomodo como bético en la sala de prensa, se auscultaban cánticos en apoyo al futbolistas por las paredes del Estadio. Eran los aficionados que iban completando los asientos de la zona de preferencia del Villamarín. Hasta 1.500 seguidores verdiblancos ha conseguido congregar el holandés la primera vez que se enfundaba la camiseta de las trece barras.

La fuerza mediática de la contratación del futbolista internacional tenía su muestra en la noche de ayer, cuando las redes sociales se inundaban de mensajes de apoyo a Rafael como respuesta a la publicación oficial de su fichaje que realizaba los perfiles del Club. Era una reseña de la convocatoria que iba a desplegarse sobre la grada heliopolitana. Sus abuelos, sentados en el banquillo del Real Betis junto al resto de familiares, percibían el cariño con el que su nieto era recibido en su ‘primer día en la oficina’.