Que Joaquín Sánchez es uno de los mejores extremos que ha dado el fútbol europeo en la última década resulta a estas alturas de la historia, tras más de 15 años en la élite, un comentario tan obvio como indiscutible. Su desborde, depurada técnica y constante verticalidad encuentra no solo el reconocimiento de los aficionados coetáneos que en la primera etapa del ‘7’ en Heliópolis disfrutaron con las diabluras del futbolistas portuense, sino de esas posteriores generaciones que gracias a las nuevas tecnologías y al amplio catálogo recogido en Internet, han podido conocer e intentar emular la habilidad innata y el talento de quien por méritos propios es uno de los mejores futbolistas salidos en la historia en la cantera verdiblanca.

Tal es la relevancia de Joaquín más allá del beticismo que a nadie sorprende la reacción de Charly Musonda Jr cuando recorría esta tarde el vestuario del primer equipo en el Estadio Benito Villamarín. Antes de proceder a la rúbrica de la firma con la entidad de las Trece Barras, el veloz futbolista procedente del Chelsea FC observaba con curiosidad las taquillas de sus nuevos compañeros, deteniéndose durante unos instantes en la imagen de aquel futbolista que le maravillaba de niño, protagonista de regates imposibles y conocido de sobra por el nuevo primer refuerzo del Real Betis en el mercado invernal de fichajes: Joaquín Sánchez.

“Es un futbolista top”, eran las palabras pronunciadas por un Charly Musonda Jr preso de la ilusión desbordante que le produce su llegada al Real Betis Balompié. A su rápida integración a un grupo donde la armoniosa convivencia es rutina, contribuirá no solo Joaquín y sus consejos, sino Digard y N’Diaye. Preguntaba también el futbolista belga por aquellos compañeros de habla francesa que tendrá en el vestuario.

Menor de tres hermanos futbolistas profesionales (Lamisha, 22 y Tika, 21), el fútbol es religión en la familia de Charly Musonda Jr. Nacido hace 19 años en Bruselas, la flamante incorporación del Real Betis es hijo de una leyenda del Anderlecht, Charles Musonda. Su progenitor, en contraposición con el estilo futbolístico de su hijo, optó por un perfil más defensivo en su etapa de futbolista. Durante 10 temporadas, fue el encargado de frenar a los rivales desde el centro del campo del conjunto belga, mismo escenario en el que su descendiente comenzó a forjar su carrera, escalando peldaños gracias a virtudes que le llevaron más tarde a fichar por el Chelsea FC. Basta con darse una vuelta por las redes sociales para averiguar las virguerías que Charly Musonda Jr es capaz de hacer con la bola.

Internacional con la selección de Bélgica en las categorías sub-15, sub-16, sub-17, sub-19 y sub-21, Charly Musonda Jr se proclamó campeón la pasada temporada de la UEFA Youth League, el campeonato más importante a nivel europeo de jóvenes valores. Los albores de una trayectoria internacional que también tuvo su progenitor con los colores del combinado nacional de Zambia. Experiencia con su país a la que decidió poner fin después de sobrevivir al trágico accidente aéreo de la selección de Zambia en 1993. Afectado por la muerte de sus compañeros y amigos, Charly Musonda padre no quiso jugar nunca más con la selección, incapaz de superar el recuerdo de aquel fatídico día.

Ensalzado por la prensa ingresa y comparado con cracks de talla mundial, Charly Musonda Jr aterriza en el Benito Villamarín para continuar ese proceso de confirmación sobre las enormes expectativas de futuro que despierta su calidad. Futbolista de gran manejo del balón con ambas piernas e ingeniosa capacidad técnica, Charly Musonda Jr destaca por elegante toque, sus conducciones con el esférico pegado al pie, además tener un gran remate con mucho efecto y ser un experto lanzador de faltas.

Heredero de aquel fútbol alegre, rico en ideas y de una refrescante ingenuidad con el que su padre y sus compañeros forjaron una gran reputación para la selección de Zambia tras derrotar con un histórico 4-0 a Italia en los Juegos Olímpicos de Seúl 88, Charly Musonda Jr quiere poner la primera piedra de una prometedora aventura. Ilusión compartida por unos padres que disfrutaban viendo feliz al menor de sus tres hijos futbolistas. Incluso Charles Musonda sénior, cámara en mano, ejercía de reportero para inmortalizar todos los detalles.

El chico maravillado con Joaquín, que no se perdió detalle del partido contra el Real Madrid disputado el pasado domingo y que preguntaba por la pasión de los seguidores béticos, ya comienza hablar en verdiblanco. Bienvenido, Charly.