Nosa Igiebor va camino de Sevilla junto al presidente Manuel Domínguez Platas y el vicepresidente Fernando Casas. El futbolista ha dejado la concentración de San Pedro del Pinatar una vez plasmado en documentos el acuerdo entre el Real Betis y el Maccabi de Tel Aviv para su traspaso. A falta de la rúbrica, lo cierto es que la negociación está tan avanzada que Nosa incluso tiene previsto viajar en las próximas horas a Israel para pasar reconocimiento médico y firmar.

El nigeriano se ha despedido de cada uno de sus compañeros, cuerpo técnico, médico, fisios y utilleros antes de su salida agradeciéndoles su trato y compañerismo: "Al Betis le deseo lo mejor y que vuelva a Primera al final de esta temporada". Además, minutos antes de emprender el viaje de regreso a Sevilla ha atendido a la web oficial para explicar los motivos de su marcha: "he tenido mala suerte con las lesiones y me han pasado muchas cosas que hacen que necesite ir a un sitio donde pueda refrescar mi mente".

Nosa asegura que su decisión es meditada. "El mister incluso habló conmigo. Me gusta cómo trabaja, sus ideas y además apuesta por la comunicación, que es muy importante. Pero yo quiero recuperar la alegría para jugar bien al fútbol y aunque echaré de menos al grupo creo que es hora de marcharme", argumenta.

El centrocampista lamenta no haber podido triunfar en el Betis pero se queda con aquellos partidos en los que sí exhibió su mejor versión. "Tuve mala suerte con las lesiones pero creo que en los pocos momentos en los que tuve oportunidades demostré que soy un buen futbolista, por ejemplo ante rivales importantes como el Barcelona o el Real Madrid", rememora. Afirma que ha tenido problemas que le han acabado afectando pero también reconoce que ha cometido errores. El principal, el idioma. "Ha sido un fallo que asumo. No me lo tomé en serio y pensé que con el fútbol era suficiente. Si vuelvo alguna vez a España será lo primero que haga, aprender español".