Transcurridos los primeros meses de competición, el Real Betis se situaba justo en la mitad de la clasificación, en una posición que entraba en los planes de acuerdo con el objetivo planteado a principios de campaña: tener un año tranquilo en Liga BBVA. El principal contraste del equipo se centraba en la diferencia de resultados en los partidos jugados en casa, en los que costaba obtener buenos resultados, y la excepcional actuación en los encuentros lejos del Benito Villamarín. El Real Betis se había convertido en uno de los visitantes más peligrosos del campeonato nacional.

El primer partido de noviembre para el Real Betis se disputó en el Estadio Benito Villamarín frente al Athletic Club de Bilbao, que se impuso por 1-3. El gol de Rubén Castro de penalti en el segundo tiempo acortaba diferencias tras los dos goles marcados por Iñaki Williams en el primer periodo. El equipo empujó hasta el final para intentar, al menos, igualar la contienda, pero el equipo visitante sentenció a la contra tres minutos antes del final.

Era momento de recuperar sensaciones, de retornar a la senda de la victoria. Difícil visita deparaba al Real Betis la jornada 11, con partido en La Rosaleda frente al Málaga CF. El equipo quería volver a ganar y olvidar los partidos anteriores, en los que el equipo había encajado goles en los minutos iniciales. Una trabajada victoria del equipo verdiblanco por 0-1, basada en la solidez defensiva y en el acierto, una vez más, de Rubén Castro de cara a portería.

Tras este partido llegaba el segundo parón para compromisos internacionales. La jornada servía para cerrar la fase de clasificación para la Eurocopa 2016. Al igual que ocurrió en el anterior descanso, el Real Betis cosechó una derrota a la siguiente jornada frente al Club Atlético de Madrid. Un gol de Koke en el minuto 7 fue suficiente para que los rojiblancos se llevaran los tres puntos de Heliópolis. Sin embargo, en esta ocasión el equipo verdiblanco mostró una buena actitud e intentó por todos los medios empatar e incluso algo más. La afición, aunque ansiosa por ver a su equipo ganar de nuevo en casa, así lo reconoció y brindó su reconocimiento a los jugadores.

Para cerrar noviembre quedaba el partido a domicilio frente al Levante UD. En esta ocasión era el Real Betis el equipo que golpeaba pronto, a diferencia de los partidos en los que encajó goles al inicio. Rubén Castro definía con maestría una jugada de combinación con Joaquín en el minuto 4. Aguantaron los hombres de Mel las acometidas del Levante UD en busca del empate, e incluso pudo marcar más goles. Al final del encuentro, una nueva victoria lejos de casa para el Real Betis, que se instauraba como uno de los mejores equipos visitantes de la Liga BBVA.