Tras Cristian Tello, Rubén Castro atendía a los medios de comunicación en la zona mixta del Estadio Benito Villamarín una vez concluido el partido contra el CD Leganés (3-2). Protagonista indiscutible en su regreso a Heliópolis, el delantero canario explicaba sus sensaciones en los momentos previos al lanzamiento del penalti con el que ha dado el triunfo al conjunto bético: “Si digo que no estaba nervioso, mentiría. Era el posible 3-2 que daba la victoria al equipo en los últimos minutos. Ha valido la pena tirarlo porque ha sido gol y ha servido para llevarnos los tres puntos. En esas situaciones cualquiera se pone un poco nervioso, pero al final conseguí meterlo, que era lo importante”.

Sensaciones en su vuelta al Villamarín: “Llevaba mucho tiempo sin estar aquí. Tenía muchísimas ganas de estar aquí, en el Betis con esta afición que para mí lo es todo porque en estos siete años siempre nos hemos tenido muchísimo cariño. Estoy muy contento porque el equipo va bien, juega muy bien y hoy ha sido un día perfecto”.

Ritmo de competición: “Cuando vine de China estuve dos meses entrenando solo en un gimnasio pero no es lo mismo, esto es otra cosa y otro ritmo. Poco a poco iré entrando y cada día me encontraré mucho mejor”.

Está a dos goles de ser el máximo goleador bético en Primera División: “Vamos a ver si Joaquín me la pasa (risas). Me quedan dos goles y tengo muchísimas ganas. Es un orgullo ser el máximo goleador de este gran Club como es el Betis y vamos a ver si lo consigo cuanto antes, mucho mejor”.