Salva Sevilla, un estilista dentro y fuera del campo
Hay personas que nacen con el don de la creación, de lo artístico. Personas inquietas y valientes que no tienen miedo al fallo, que solo miran el conseguir la perfección. Salva Sevilla es una de esas personas diferentes. Ve el hueco donde no lo ve nadie, el pase imposible que abre bocas y se convierte en una asistencia de gol. Quizás en esta pretemporada, en una posición más adelantada que en otras campañas, el de Almería esté destapando el tarro de las esencias. Lleva muchas asistencias de gol en los amistosos disputados. Algunas se concretan y otras no, pero Salva nunca falla a su cita. Esas ganas de crear las vuelca también fuera del terreno de juego. Los días en este stage se acumulan y, a falta de peluquero, Salva afronta el reto de las tijeras. Ya son varios los jugadores que han pasado por sus manos. Nono, se rapó, Juan Carlos, continuó con su look, Montoya también se atrevió, su compañero de habitación, Paulao, igualmente se dejó tratar, hasta el propio Salva se cortó el pelo delante del espejo. Solo le queda un reto a Salva Sevilla. Una persona que estos días se le está resistiendo. Rubén Castro se encuentra con la duda de pasar por esta improvisada peluquería, aunque el almeriense es optimista. En los próximos días se verá.