Seguridad defensiva, uno de los propósitos del nuevo año
Dentro de los objetivos propuestos por el cuerpo ténico en su aterrizaje y que se pretendía cristalizar con el paso de las semanas, resonaba con ahínco la fortaleza defensiva, debilitada desde que comenzó el ejercicio según se extrae de la situación clasificatoria por la que atraviesa el Betis. Desde un primer momento, Garrido ha hecho hincapié en diversos conceptos que quería llevar de la teoría a la práctica, pero había uno que le tenía ocupado a fin de corregirlo cuanto antes para comenzar a mirar hacia arriba. La tara defensiva, que había derivado en un abundante número de goles encajados, parece que se aparca en estos primeros compases de 2014, en los que el bloque de las trece barras ha aumentado su sobriedad defensiva, demostrando que la eficacia en el eje defensivo puede ser una tarea que se cumpla con creces.
El director del banquillo bético, que insistía en la organización defensiva y en la extrema concentración para encontrar ese equilibrio, ve cómo su equipo no ha sufrido ningún tanto en los dos partidos disputados en 2014, ante Valladolid y Athletic Club. Aunque habrá que comprobar si se alarga en los próximos partidos esta dureza en la retaguardia, lo cierto es que uno de los propósitos para el nuevo año marcha por buen camino. Solo así, colocando el candado en la portería, podrán llegar resultados acordes a lo que demanda el estado en la Liga BBVA. Como curiosidad, sin ser una meta muy poderosa, es la segunda vez en toda la temporada que el cuadro verdiblanco enlaza dos partidos seguidos dejando inmaculada la portería, tras los empates a cero ante Olympique Lyonnais y Granada CF del pasado mes de septiembre.