Un puntazo ante el Villarreal que debieron ser tres (1-1)

Una vez más y ya van unas cuantas los elementos impiden que el Real Betis sume tres puntos. Los verdiblancos se comportaron en El Madrigal como un señor equipo dando muestras de estar muy vivos. Sacó un punto, pero pudieron ser tres si Iglesias Villanueva no señala un penalti que no fue y sí hace lo propio con una mano de Gabriel. Pese a todo, el Betis emergió con fuerza ante un rival de postín y demostró que de la mano de Calderón se ha recuperado como colectivo.

El entrenador dio continuidad a un bloque que ya empieza a ser reconocible como el once titular del Betis actual. Esta vez la fortaleza mental y la autoestima que acompaña a un triunfo como el logrado el jueves primaba sobre el poco descanso y la fatiga física. Sólo dos cambios introdujo el técnico y ambos obligados por las sanciones. Amaya sustituía a Perquis y Salva Sevilla a Lolo Reyes.  Sí dio también el técnico un giro táctico al incrustar de nuevo a N’Diaye entre los centrales para reforzar la retaguardia con la velocidad y capacidad de anticipación del francés. Ese cambio en la pizarra, lógicamente obligaba a Cedrick y Baptistao a redoblar su sacrificio para achicar espacios y no dejar en inferioridad a los centrocampistas.

El guión frente a los de Marcelino estaba claro sobre el papel. La consigna era jugar arropaditos. “Quien defiende bien juega bien”, ha repetido una y otra vez desde su llegada Calderón. Y esta mañana, el objetivo inicial era no encajar. A partir de ahí habría opciones de buscar el gol a la contra gracias a la inspiración y el buen estado de forma del tridente ofensivo formado por Cedrick, Leo y Rubén.

El Betis arrancó muy bien plantado, sobrado de buenas intenciones pero quizás algo falto de precisión en el pase. El Villarreal avisó primero con un derechazo desde fuera del área de Perbet en el 6’ que resolvió Adán sacando una muy buena mano arriba. El portero sigue creciendo y dando seguridad al equipo. La réplica llegó con un carrerón de un enchufado Cedrick para aprovechar una mala cesión. Puso el uy en la grada pero Asenjo, muy valiente, salió para conjurar el peligro. No hubo muchas más ocasiones claras durante el primer acto. El Betis no le perdía la cara al partido, maniató al rival y se iba sintiendo cada vez más cómodo sobre el terreno de juego pisando con continuidad campo rival y merodeando el área. La diferencia en la clasificación no se plasmaba sobre el verde. 

Tras el descanso, la duda estaba en si el equipo aguantaría físicamente con pocas horas de recuperación. Marcelino tiró de artillería pesada y refrescó a los suyos dando entrada a Oliver y a Uche. El jugador propiedad del Atlético creaba peligro por su banda y la reacción de Calderón no se hizo esperar. Sacó a un muy cansado Baptistao para dar entrada a Chica y adelantar a Juanfran. Oliver intentaba revolucionar el ataque castellonense y suyo fue un buen centro que cazó Uche, pero que mandó alto. Acto seguido Rubén replicaba intentando llegar a un balón largo que interceptó de nuevo Asenjo.

El partido parecía controlado por los visitantes hasta que la pesadilla se repitió. Iglesias señaló un penalti inexistente de Chica. El lateral tocó balón pero el colegiado no lo entendió así. Bruno transformó. La buena noticia es que el Betis no se vino abajo y siguió creyendo. La expulsión de Uche tras ver una rigurosa segunda amarilla espoleó a la tropa verdiblanca. Calderón apostó a ganador y sacó a Juanma y Braian, pero el gol que puso justicia lo firmó Rubén al picar de cabeza un centro de Dídac. Iglesias se desentendía de una mano de Gabriel en el área pero los béticos seguían a lo suyo. Querían el triunfo y lo tuvieron. Primero, Jordi, con un disparo que despejó la defensa y después N'Diaye con un cabezazo a bocajarro que paró Asenjo en el último suspiro emulando a un Adán que antes había salvado al Betis de un gol cantado de Giovani. 

El Betis mereció un premio mayor, pero el homenaje a su propia afición se quedó a medias y no precisamente por falta de ganas. Puso todo lo que tenía para ganar: carácter, solidaridad, juego, ambición y mucha dignidad, pero lo que no dependía de él volvió a ser definitivo. 

 

 

Villarreal CF: Asenjo; Mario, Pantic (Trigueros 66'), Gabriel, Jokic; Nahuel (Oliver Torres 46'), Bruno, Pina, Moi Gómez; Giovani y Perbet (Uche 46').

 

 Real Betis: Adán; Juanfran (Juanma 75'); Amaya, N’Diaye, Jordi, Dídac; Nono (Braian 83'), Salva Sevilla; Cedrick, Baptistao (56’ Chica) y Rubén Castro.

Árbitro. Iglesias Villanueva. Mostró tarjeta amarilla a Dídac (45’), Salva Sevilla (53'), Uche (62' y 79'), Amaya (68'). Cnhica (68'). Roja a Uche por doble amarilla (79')

Goles. 1-0 Bruno (70'). 1-1 Rubén Castro (84')