Rogelio: "Me hubiese gustado jugar con Rubén pero para ponérsela yo"
El encuentro del pasado sábado tuvo un guiño peculiar a la historia del Real Betis Balompié. En la cifra de los 92 goles se encontraban un emblema verdiblanco como Rogelio Sosa y uno de los ídolos actuales de la afición bética que va camino de ser el máximo goleador de la historia del Club de las trece barras, Rubén Castro. Mismos goles pero en diferentes espacios de tiempo. ‘La zurda de caoba’ debutaba con el primer equipo en el año 1962 y permanecía en la Entidad hasta 1978. Rubén desembarcó en la escuadra verdiblanca el verano de 2010. Los goles marcados por uno y otro son diferentes, ya que se da la peculiaridad de que dentro de los numerosos tantos anotados por el extremo zurdo, diez de ellos fueron marcados de córner directo. “Se recuerdan, más que nada porque son más difíciles, los goles de saque de esquina directos. Creo que metí diez. Yo los tiraba desde el lado derecho para que cogiera la rosca hacia dentro. No he jugado nunca en punta, Rincón era delantero centro, Ansola también; pero yo debuté aquí, después de venir cedido de la Ponferradina, como extremo. Allí también jugué en esa demarcación. Daucik me puso el primer partido de Liga, contra el Real Madrid de Di Stefano y debuté de extremo izquierda”.
Los goles de córner no eran una casualidad o fruto de la fortuna. El exjugador reconoce que los ensayaba entrenamiento tras entrenamiento. “Eso todo es machacarlo. Yo me quedaba después de los entrenamientos con los balones solos, sin portero y sin nada, y entrenaba una y otra vez”. Se toma con buen humor que Rubén Castro haya alcanzado ya su marca, incluso bromea con el asunto, pero sobre todo reconoce el mérito que tiene hacer esa cifra de goles en el fútbol actual. “El que juega ahora es Rubén y no yo. Si jugara yo a lo mejor no me alcanzaba (risas). Lo veo bien, tiene gol y juega arriba. Lo que ha hecho Rubén es muy difícil porque hay muchos equipos y es complicado. No hay muchos jugadores que marquen tantos goles como Messi o Ronaldo, y anotar tantos goles es difícil”.
El fútbol de Rubén Castro y Rogelio Sosa es muy diferente. En alguna ocasión el canario ha podido coincidir en la ubicación, ya que ha disputado varios partidos por banda izquierda, aunque mucho más adelantado y no pegado a la cal como el de Coria. “Somos muy diferentes. A mí me hubiera encantado jugar con Rubén para ponérsela yo. Lo mío era eso, poner asistencia”.
Da igual la época de fútbol de la que se esté hablando. Es indiferente la década, el momento o los jugadores. Una cosa queda clara en el mundo del balompié: el gol es lo que importa. “Se puede jugar más o menos bien pero lo difícil es meter goles. El gol es eso, vale mucho. Se juga mejor o peor pero metes y ganas y lo que se valora es el gol”, finalizaba Rogelio.