Llega el Gran Derbi. No es un partido cualquiera. Y el de mañana mucho menos. Porque el escenario, por primera vez en la historia de los duelos de la máxima rivalidad femenina, será en un gran estadio, en este caso el Benito Villamarín, que se vestirá de gala para recibir a las jugadoras de María Pry.

El apoyo de la afición será importantísimo. Y el beticismo volverá a responder, como no podía ser de otro modo. El Villamarín será una caldera.  Y el precedente en el estadio bético, además, es muy positivo. No en vano, el pasado año el conjunto verdiblanco superó de manera cómoda al Santa Teresa por 3-0.

Otro aliciente más para acudir al choque es el carácter benéfico del mismo, ya que con la recaudación del choque, el Real Betis comprará equipos que se destinarán a la Asociación Andaluza contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) para mejorar el día a día de las personas que padecen esta enfermedad.

En el apartado deportivo, el Real Betis ocupa la sexta plaza, aunque la cuarta plaza sigue a tiro. Pero todo pasa por ganar el derbi de mañana. En situación mucho más comprometida llega el Sevilla, undécimo en la tabla y todavía con la amenaza del descenso.

El encuentro, correspondiente a la 27ª jornada de la Liga Iberdrola, arrancará a las 13:00 horas, será dirigido por la árbitra del comité gallego Zulema González González y se podrá ver también en directo por gol.