El Perfil: Faruk Hadzibegic
A principios de agosto de 1985 el Real Betis fichó a Faruk Hadzibegic, un defensa central, elegante y sobrio, que se convertiría en un grande de la historia del club, a pesar de que solo militara dos años en la entidad.
Un extraordinario futbolista nacido en Sarajevo, titular en la selección yugoslava y campeón de liga con el equipo de su ciudad.
Hadzibegic debutó con el Betis en partido oficial el 1 de septiembre de 1985 contra el Real Madrid, precisamente el mismo día en que Rafael Gordillo jugó por primera vez en Heliópolis con la camiseta madridista.
En las dos temporadas en las que permaneció en el club, Faruk Hadzibegic disputó alrededor de cien partidos y, sobre todo, se ganó para siempre el corazón de la afición por su calidad futbolística y su cercanía a los béticos. Disputó la final de la Copa de la Liga en 1987 frente al Barcelona y
Abandonó la entidad en 1987 tras un desencuentro económico con la directiva del club, pero regresó al Real Betis trece años después, en el año 2000, para dirigir al equipo en los últimos tres partidos de aquella liga, en la que, desgraciadamente, no pudo evitar el descenso.
A la temporada siguiente se hizo cargo de la dirección deportiva, abandonando el club al final de esa campaña en la que el equipo verdiblanco retornó a la máxima categoría del fútbol español.
Faruk Hadzibegic jugó con Yugoslavia el Mundial de Italia-90 y desde 1991 su vida estuvo marcada por los horrores de la Guerra de los Balcanes. Participó activamente en tareas humanitarias, ayudó a huir a cientos de bosnios en traslados especiales para refugiados y en 1999 le cupo el honor de ser nombrado seleccionador de su país.
En apenas dos años alcanzó el favor de los béticos y llegó a ser un ídolo querido y admirado por la afición. Un grandísimo futbolista cuyo recuerdo sigue vivo en Heliópolis.