HISTORIA | Chile y el Real Betis
Por Manolo Rodríguez
La primera vez que el Real Betis se enfrentó a un equipo chileno fue el 3 de agosto de 1974, en la segunda semifinal del Trofeo Ciudad de la Línea, que entonces cumplía su V edición. El rival fue la Unión Española de Chile, un club histórico creado por españoles en 1897 y que puede presumir de ser uno de los ocho fundadores de la Liga Profesional de Fútbol de Santiago. Rogelio lució el brazalete de capitán y aquel partido lo terminó ganando el Betis por 1-0 gracias a un gol de Eduardo Anzarda.
Un año más tarde, el 12 de agosto de 1975, visitó el estadio Benito Villamarín el CD Palestino, otro clásico del fútbol chileno, que meses más tarde se proclamaría campeón de Copa en su país. Un buen equipo que ofreció un vibrante espectáculo en Heliópolis.
El duelo, que sirvió de presentación de los verdiblancos ante su afición, concluyó 2-2. Los tantos béticos los marcaron dos fichajes para esa campaña 1975/76: Juan Antonio García Soriano, que vistió por primera vez aquella noche la camiseta del Betis, y el recordado Attila Ladinszky. La capitanía la ostentó el llorado Antonio Benítez y la recaudación del partido se destinó a la futura compra de unos terrenos para la Ciudad Deportiva. En ese partido el Betis lució medias verdes con vuelta blanca parecidas a las de este año.
En 1981, como es sabido, el Real Betis cruzó por primera vez el Atlántico para realizar una gira por Sudamérica que incluyó cinco encuentros que se disputaron en Paraguay, Chile, Ecuador y Perú. El segundo de ellos fue contra la selección chilena el 7 de mayo en el estadio Nacional de Santiago. Cardeñosa ofició como capitán del Betis.
Ganaron los locales por 2-1 y Biosca fue expulsado por tenérselas tiesas con un jovencísimo extremo llamado Patricio Yáñez, quien años más tarde jugaría en el Betis. Precisamente el "Pato" Yáñez abrió el marcador y Castec lo cerró. El gol bético lo hizo Joaquín Parra.
El árbitro del partido, el chileno Mario Canessa, también expulsó al defensa local Leonel Herrera por una dura entrada a Rafael Gordillo y las alineaciones fueron las siguientes:
Selección de Chile: Osben; Galindo (Bigorra), Valenzuela, Soto, Garrido; Ribas, Dubo (Mondaca), Rojas; Yáñez (Herrera), Castec y Moscoso.
Real Betis: Esnaola; Bizcocho, Biosca, Peruena, Gordillo; Alex, Ortega (Casado), Parra, Cardeñosa; Morán y Segundo (Tello).
Desde entonces, nunca ha vuelto a enfrentarse el Real Betis con un equipo chileno. Sin embargo, Chile está más presente que nunca en el imaginario de los béticos tras la llegada al banquillo verdiblanco de Manuel Luis Pellegrini Ripamonti, un grande indiscutible. El entrenador que debuta en la primera jornada de la temporada 2020/21.
Pellegrini en el Villamarín
En su época de jugador Pellegrini fue un poderoso defensa central que vistió la camiseta de la Universidad de Chile de 1973 a 1986, año este último, precisamente, en que jugó su único partido con la selección de su país. Un empate a uno en Brasil que mereció los elogios del periodismo y la afición.
Como es fácil comprobar, contra el Betis no se midió nunca como futbolista. Su primera experiencia en Heliópolis llegó ya como entrenador del Villarreal el 24 de noviembre de 2004. Jornada 13 del campeonato. Ganó el Real Betis por 2-1 (ambos goles del gran Ricardo Oliveira) y, curiosamente, a Pellegrini lo expulsó el colegiado Esquinas Torres por protestar airadamente un penalti no concedido.
En el partido de la segunda vuelta en El Madrigal se registró un empate a cero y la temporada acabó de modo extraordinario para castellonenses y verdiblancos: ambos equipos se clasificaron para la previa de la Champions League. El Villarreal, tercero y el Betis, cuarto.
En la campaña 2005/06, el Villarreal de Pellegrini ganó 2-3 en el Villamarín (con escandalazo arbitral de Rubinos Pérez), pero el Betis le devolvió la moneda en El Madrigal imponiéndose por 1-2, con dos goles de Robert da Pinho. Ese fue el año en que los amarillos se quedaron en las semifinales de la Champions por mor de aquel penalti fallado por Riquelme.
En su tercera temporada en el Villarreal, los castellonenses derrotaron al Betis por 3-2 en casa y empataron 3-3 en Sevilla el sábado 31 de marzo de 2017. Pero no en Heliópolis, sino en el estadio de La Cartuja, donde hubo de jugarse el partido por estar clausurado el Villamarín. Aquella fue la primera vez que el Real Betis disputó un partido oficial en tan colosal recinto.
Al año siguiente, en la campaña 2007/08, Villarreal y Betis se cruzaron las victorias en campo contrario. En El Madrigal se impusieron los verdiblancos por 0-1 (gol de Capi y debut en el banquillo de Paco Chaparro) y en Heliópolis ganaron los amarillos por idéntico tanteo con aquel golazo estratosférico de Marcos Senna.
En la última temporada de Pellegrini en Villarreal, la 2008/09, los castellonenses vencieron 2-1 en casa y empataron 2-2 en el Villamarín en un partido que levantó el Betis tras ir perdiendo 0-2, con sendos goles de Sergio García y Ricardo Oliveira. Y que incluso mereció ganar.
Al final de esa campaña, Pellegrini se fue al Real Madrid y el Betis, a Segunda.
Por ello, su retorno a los banquillos de Heliópolis se demoró hasta noviembre de 2011. Ya con el Málaga. Empate a cero y primer punto que sumaban los verdiblancos tras seis jornadas de sequía. En la segunda vuelta, por el contrario, el Betis se impuso en La Rosaleda por 0-2, con goles de Rubén Castro y Dorado.
En esa temporada, el hoy capitán bético Joaquín sólo jugó el primero de los encuentros con la camiseta del Málaga, pero en la siguiente, la 2012/13, disputó los dos partidos a las órdenes de Pellegrini. En La Rosaleda incluso marcó de penalti uno de los goles de la contundente victoria malacitana por 4-0. En el Villamarín, sin embargo, el Betis consiguió un triunfo de prestigio por 3-0 (goles de Jorge Molina, Mario y Pabón) ante un Málaga cuajado de estrellas como Demichelis, Isco, Toulalan o Saviola.
En total, Manuel Pellegrini se ha enfrentado 14 veces al Betis como entrenador, con un saldo muy parejo: 5 victorias, 4 empates y 5 derrotas.
Ahora empieza una nueva vida en el banquillo verdiblanco. Ojalá que feliz y aproximada a lo conseguido por el técnico chileno en el Villarreal y el Málaga, los dos equipos con los que se enfrentó al Real Betis en la Liga.
Vicente Cantatore
Pero Manuel Pellegrini no será el primer entrenador chileno que dirija al Betis. Ya lo hizo en 1998 Vicente Cantatore, un hombre sereno y sabio. Contaba 62 años cuando llegó a Heliópolis y, como su compatriota Pablo Neruda, podía confesar que había vivido. Nacido en Rosario (Argentina), estaba nacionalizado chileno y en España ya había entrenado al Valladolid (en dos etapas), al Sevilla y al Tenerife.
Pero un hombre tan juicioso y elegante no pudo soportar por mucho tiempo la espiral autodestructiva que asolaba al club en aquellas fechas. Aguantó 7 partidos de Liga y 3 de la Copa de la Uefa y dimitió tras una sonora derrota en Valencia. Dijo que se iba porque ya no podía "aportar más". Ni una mala palabra para nadie. Sintió como una liberación apartarse de aquel avispero y dejó para la posteridad una victoria en el Bernabéu.
Futbolistas chilenos
En cuanto a la relación de jugadores chilenos que han vestido la camiseta verdiblanca a lo largo de la historia, aparecen cinco nombres, contando con el recién llegado portero Claudio Bravo.
El más lejano en el tiempo es el ya mencionado Patricio Nazario Yáñez, el "Pato" Yáñez. Un veloz extremo que llegó al Real Betis en agosto de 1986. Tenía 26 años, procedía del Zaragoza, y ya contaba con un nombre en el fútbol español tras varias temporadas en el Valladolid.
Despertó expectativas, gozó del favor del público, pero lo castigaron mucho las lesiones y nunca llegó a ser decisivo. Se desvinculó del club en febrero de 1990 y meses más tarde volvió a Chile para jugar en la Universidad Católica.
Pasaron casi 20 años para que se anunciara el fichaje de otro jugador chileno. Hasta 2007, cuando fichó por el Betis Mark González, un delantero rápido y potente que, como el "Pato" Yáñez, ya tenía un amplio recorrido en la Liga española. Jugó primero en el Albacete, después en la Real Sociedad y de ahí saltó al Liverpool de Rafa Benítez.
En el Betis ofreció un aceptable rendimiento, pero aquellos fueron tiempos muy difíciles en el club. Todo era confusión y ruido. Se fue traspasado al CSKA de Moscú tras el descenso de 2009 y en los años posteriores regresó a Chile para jugar en la Universidad Católica, en el Colo-Colo y el Deportivo Magallanes.
Cuatro años más tarde, en 2013, el Real Betis contrató a Lorenzo (Lolo) Reyes, un centrocampista defensivo de enorme entrega y trabajo. Alternó las luces con las sombras y en sus dos temporadas en el Villamarín vivió el dolor de un descenso y el gozo del retorno a la máxima categoría. Llegó procedente del Club Deportivo Huachipato y se marchó cedido al Almería. Después retornó a su país, donde militó en el Universidad de Chile. Actualmente lo hace en el Atlas de México.
En 2016 fichó por el Real Betis Felipe Gutiérrez, un fino centrocampista de buen pie que se había formado en la Universidad Católica de Chile y que ya sumaba cuatro años de aprendizaje en el fútbol europeo jugando en el Twente holandés. Campeón de América con Chile en 2015, se pensó que pudiera ser el cerebro en torno al cual se armara el equipo.
Pero no lo fue. Acosado por las lesiones y sin ritmo competitivo, sólo se recuerda de él aquel gol lejano en Pamplona cuando el partido se acababa. El único que hizo en el Betis. Antes de acabar la temporada fue cedido al Internacional de Porto Alegre y desde 2018 actúa en el Sporting Kansas City de la Liga estadounidense.
El quinto jugador chileno en la historia bética será Claudio Bravo, un portero de enorme experiencia que ha sido reconocido como el mejor de Chile a lo largo de la historia. Capitán de la selección nacional que ganó la Copa América en 2015 y 2016, posee una curiosa estadística en relación con el Betis: durante sus etapas en la Real Sociedad y en el FC Barcelona, siempre ganó en sus visitas al Villamarín.
Confiemos en que a partir de ahora sea el Real Betis el que gane siempre.