HISTORIA | El comienzo de una nueva Liga
Por Manolo Rodríguez
Amanece una nueva Liga, la número 93 en la historia del Real Betis Balompié desde que la pelota echara a rodar en el Campeonato Nacional allá por el mes de febrero de 1929. Esta será la número 58 en Primera División, a las que deben sumarse las 28 en que estuvo en la categoría de plata y las 7 que marcaron su tortuoso paso por la Tercera, aquel tiempo tenebroso que los cronistas dieron en llamar "la travesía del desierto".
Unos guarismos en Primera que han llevado al club a ocupar la 9ª plaza en la clasificación histórica de la Liga, acreditando una posición de evidente nivel y jerarquía si la situamos en el contexto de las muy distintas vicisitudes sufridas por la sociedad a lo largo de los tiempos. Un lugar que honra el nombre de la entidad y hace entender que el enorme sacrificio de muchas generaciones ha dado unos admirables frutos, a pesar de todos los pesares.
Justamente por ello, sigue teniendo vigencia considerar que el Real Betis inicia esta campaña 2023/24 su novena temporada consecutiva en Primera División, algo sólo parangonable a lo ocurrido de 1979 a 1989, cuando el club se mantuvo diez años seguidos en la máxima categoría del fútbol español. Y en esta misma línea, también debe ser valorado que el actual entrenador, Manuel Pellegrini, será el primero en la historia verdiblanca que sume cuatro ejercicios continuados en el banquillo verdiblanco con el equipo en Primera División.
Esta vez, el campeonato arranca con la visita del Real Betis al campo del Villarreal. Los castellonenses ya fueron los primeros rivales verdiblancos en la temporada 2015/16, aunque en aquella ocasión este enfrentamiento tuvo lugar en el Benito Villamarín y concluyó con empate a uno, justo en las fechas en que los béticos esperaban la vuelta de Joaquín, que acabó materializándose una semana más tarde.
La jornada que abre el campeonato siempre despierta un interés muy vivo. Como todo aquello que señala el camino y convierte en certeza la ceremonia iniciática de una nueva Liga. Y ya se sabe, según expresó muy certeramente una campaña publicitaria hace algunos años, que "la Liga es la vida". Ese momento que principia las ilusiones y sumerge al aficionado en una aventura que se prolongará durante diez meses. La hoja de ruta de un año cargado de alegrías y decepciones, de sumas y restas, de puntos y goles y, en definitiva, de todas esas cosas que convierten al fútbol en "la cosa más importante entre las cosas menos importantes", según dejaran dicho Arrigo Sacchi o Jorge Valdano, que aún no está definitivamente clara la paternidad de tan profundo pensamiento.
En el primer partido que el Real Betis jugó en Primera División todo salió al revés, ya que fue severamente goleado en San Mamés. Pero después vinieron días francamente mejores. Así, por ejemplo, la Liga que acabó ganando en 1935 la estrenó con un triunfo de prestigio en el campo del Madrid (que con la marcha del torneo se convertiría en decisivo), gracias a un gol de Rancel, el muchacho tinerfeño que debutaba ese día.
Victorias de rivalidad
Simbólicos y felices fueron, asimismo, los dos triunfos conseguidos ante el eterno rival en la primera jornada del campeonato. Uno de ellos cumple estos días 60 años. Fue el 15 de septiembre de 1963, cuando los verdiblancos derrotaron por 3-1 al Sevilla en Heliópolis, con goles de Luis Aragonés (que, por cierto, acabó expulsado), Molina y Liert da Silva. Esa campaña terminó siendo muy grata, ya que el equipo fue tercero en la clasificación final.
La otra victoria ante el eterno rival el día que empezaba el campeonato es más reciente en el tiempo, del 30 de agosto de 1987. Tuvo lugar en el Sánchez Pizjuán, donde el Real Betis se impuso por 1-2, con tantos del debutante José Luis Vara (tan prematuramente fallecido en 2009, con apenas 50 años) y Quico. Aquel conjunto lo entrenaba el inglés John Henry Mortimore y también se alineó por primera vez con los verdiblancos el "Pato" Yáñez, cuyo marcaje, curiosamente, le estuvo encomendado al hoy seleccionador nacional, Luis de la Fuente.
En el terreno de las emociones incontenibles, nada, desde luego, como la noche de septiembre de 1985 en la que Rafael Gordillo saltó a la hierba del Villamarín como jugador del Real Madrid. La primera vez que el mundo lo veía con otra camiseta que no fuera la verdiblanca. Es bien conocido como empezó aquella Liga, una escena para siempre: el capitán bético, Antolín Ortega, que cruza el círculo central, que coge a Gordillo por la cintura y se lo lleva con sus antiguos compañeros. Le abrieron hueco en la foto, y allí quedó, inmortalizado para siempre, retratado con su gente, como si su equipación morada fuera una circunstancia del momento, un paréntesis en el tiempo.
Rafael Gordillo no fue de los mitos béticos que debutó en la primera jornada del campeonato, como por lo general era común, ya que es sabido que se integró en el equipo en enero de 1977, al igual que Luis del Sol empezó a jugar en el Betis cuando la temporada 1954/55 ya estaba iniciada. Pero sí hubo otros muchos ídolos contemporáneos que alborearon en el Real Betis en la primera fecha del campeonato. Sin ánimo de ser exhaustivos, puede mencionarse a Rogelio Sosa (1962), José Ramón Esnaola (1973), Julio Cardeñosa (1974), Gabriel Humberto Calderón (1983), Faruk Hadzibegic (1985), Alexis Trujillo (1993), Alfonso Pérez (1995), Finidi George (1996), Toni Prats (1996), Denilson de Oliveira (1998), Joaquín Sánchez (2000), Marcos Assunção (2002), Ricardo Oliveira (2004), Rubén Castro (2010), Andrés Guardado (2017), Sergio Canales (2018), William Carvalho (2018), Nabil Fekir (2019), Borja Iglesias (2019), Claudio Bravo (2020) y Rui Silva (2021).
Luis del Sol y Gordillo, sin embargo, sí que se alinearon en el encuentro que abría las temporadas de sus retornos. El "mito supremo" en 1972 frente al Sporting de Gijón en "El Molinón" y "el vendaval del Polígono" en el Villamarín contra el Compostela en 1992, con gol incluido, un hermoso cabezazo en plancha que sirvió para abrir el marcador aquella calurosa tarde.
Dos goleadas estelares
En la época moderna, los triunfos más restallantes en una primera jornada del campeonato (ambos fuera de casa) se produjeron en A Coruña y Bilbao. En 2002 el Betis del recién llegado técnico Víctor Fernández se impuso por un contundente 2-4 en Riazor al SuperDepor, equipazo que venía de ser segundo el año anterior, campeón de Copa en la final del "Centenariazo" del Bernabéu contra el Real Madrid y reciente vencedor en la Supercopa de España ganada al Valencia. Fue, lo recordarán, el recital de Assunção, con un golazo con la pierna izquierda y el de las hasta tres faltas que estrelló en la madera. Un momento inolvidable por el partidazo que regalaron quienes aquella noche vestían con camiseta verde y calzonas y medias negras.
Con mayor incertidumbre (al más puro estilo Betis, que dirían algunos) llegó la victoria verdiblanca en San Mamés el 19 de agosto de 2012. Aquel equipo lo dirigía Pepe Mel y se entretuvo en golear por 3-5 al Athletic, entrenado por el mitificado Marcelo Bielsa, en la mismísima guarida de "los leones". Pero, eso sí, después de haber ido ganando por 0-3 en el primer tiempo, de ver cómo le empataban en apenas media hora, y de agarrar la victoria en los últimos minutos del partido. Beñat estuvo excelente y Jorge Molina firmó un doblete decisivo.
Para el anecdotario queda que en 1998 el Real Betis arrancó la Liga precisamente en San Mamés, aunque no fuera el Athletic de Bilbao su rival, sino el Alavés, que por aquellas fechas tenía en obras su campo de Mendizorrosa y que en 1948 recibió una sanción de la Federación Española por haber disputado el primer partido del campeonato de Tercera contra el Jaén con unas camisetas en las que no figuraba la numeración del 1 al 11 que esa temporada se convirtió en obligación para todos los clubes.
En fin, historias de la primera jornada. Esas que al Betis a veces le trajeron satisfacciones y en otras desdichas. Como la vida misma. Y si los precedentes sirven para algo, invoquemos con optimismo que en las últimas tres temporadas (las que lleva Manuel Pellegrini al frente de la nave) el Betis no ha perdido el día en que se iniciaba el campeonato. Así lo testimonian sus dos victorias y un empate.
Algo que no es precisamente insustancial, ya que en las cuatro campañas anteriores al feliz advenimiento del chileno el Betis no hizo más que sumar derrotas.