HISTORIA | El partido de los tres internacionales
Por Manolo Rodríguez
El 16 de octubre de 2002 la selección española jugó en Logroño, en el nuevo estadio de Las Gaunas, un partido internacional amistoso contra Paraguay. Al equipo nacional, que acababa de iniciar la fase de clasificación para la Eurocopa de 2004, lo dirigía Iñaki Sáez. El encuentro salió trabado y áspero y concluyó con empate a cero. Pero esa fue la menor de las noticias.
El gran asunto para los aficionados verdiblancos fue que esa noche, por primera vez en la historia, jugaron juntos en el primer equipo de España tres jugadores del Real Betis: Juanito y Capi fueron titulares desde el inicio y Joaquín entró tras el descanso. Durante 45 minutos hubo tres futbolistas del Betis en la hierba.
Para mayor orgullo, los tres eran muchachos formados en los escalafones inferiores de Heliópolis y junto a ellos también estuvo sobre el césped un cuarto hombre, el algabeño Diego Tristán, que igualmente se había hecho futbolista en la cantera bética.
Hasta ese momento, sólo en dos ocasiones habían acudido tres jugadores béticos a la selección, pero en ninguna de ellas llegaron a coincidir todos sobre el terreno de juego.
En noviembre de 1977, Ladislao Kubala seleccionó a Cardeñosa, López y Alabanda para el decisivo partido de clasificación para el Mundial de Argentina 78 jugado en Belgrado contra Yugoslavia. El día de la violencia balcánica, del célebre gol del triunfo de Rubén Cano tras centro desde la línea de fondo de propio Cardeñosa, y del botellazo a Juanito. Julio Cardeñosa, que debutó esa tarde, conserva el balón de aquel encuentro, pero López y Alabanda no llegaron a jugar.
En marzo de 1978, Kubala volvió a convocar a Cardeñosa para un partido contra Noruega en Gijón y esta vez lo acompañaron Biosca, que no llegó a saltar al campo, y un jovencísimo Rafael Gordillo, que debutó con la selección sustituyendo en la segunda parte a Benito. España ganó por 3-0.
Y quizá como antecedente más remoto, y por supuesto no homologable, pueda citarse que en agosto de 1966 tres jugadores del Real Betis formaron parte de la selección española universitaria que se proclamó campeona de Europa en Pontevedra tras derrotar por 3-0 a Yugoslavia. En concreto, formaron parte de aquel equipo Antón, Dioni y Quino, tres canteranos que ya eran titulares indiscutibles en el equipo verdiblanco.
Al decir de las crónicas, en el histórico partido contra Paraguay la selección española tuvo poco margen de maniobra ante el orden defensivo de los sudamericanos, que impusieron en todo momento su férrea voluntad de mantener la puerta a cero. Le faltó chispa y ni Baraja, Capi, Mendieta, Guti, Joaquín o Xavi pudieron darle al partido lo que España necesitaba.
Arbitró el portugués Olegario Benquerença y las alineaciones fueron las siguientes:
España: Contreras; Míchel Salgado, García Calvo, Juanito, Raúl Bravo (Capdevila, m.46); Albelda, Baraja (Xavi, m.46); Mendieta (Joaquín, m.46), Capi, Vicente (Guti, m.46); y Morientes (Tristán, m.46).
Paraguay: Tavarelli; Isasi, Ayala, Gamarra, Da Silva; Acuña, Paredes; Bonet, Cuevas (Ávalos, m.92), Campos (Cáceres, m.87); y Gómez (Samudio, m.46).
Los jugadores verdiblancos regresaron satisfechos y Capi pronunció la frase que mejor resumía lo vivido. Declaró el camero al llegar a Sevilla: "Le dije a Tristán que la selección parecía el Betis B de hace cinco años". Y no le faltaba parte de razón.
Del trío que hizo historia en Logroño, el primero en debutar en la selección había sido Joaquín. Todo un suceso de velocidad y desborde cuando el portuense irrumpió en el fútbol grande.
Joaquín fue convocado por el seleccionador Camacho en el último cuarto de la temporada 2001-2002, justo cuando se estaba perfilando la lista de jugadores que acudirían al Mundial de Corea ese verano, y vistió la camiseta roja de España por primera vez el 13 de febrero de 2002 en un partido contra Portugal en Barcelona. Después, como ya se sabe, fue uno de los elegidos para representar a España en el Campeonato del Mundo.
Capi, en Holanda
Jesús Capitán Prada, Capi, por su parte, también alcanzó la plena madurez futbolística en la temporada 2001-2002. Estuvo justificado, por tanto, que Camacho lo llamara a la selección en las postrimerías de la temporada. Concretamente a finales de marzo, de cara al partido preparatorio para el Mundial que la selección debería disputar contra Holanda el día 27 de ese mes.
Capi acababa de cumplir 25 años y había vivido toda su etapa formativa en la cantera del Betis. Ahora le llegaba la alternativa en la selección y la recibió con humildad y buen sentido. Eso lo llevó a declarar que: "Casi se me han saltado las lágrimas cuando conocí la noticia. Desde hace dos semanas había muchos rumores, pero no me los quería creer". Una jornada de fiesta en Heliópolis en la que el futbolista posó feliz para los fotógrafos con la camiseta roja de España.
Sin embargo, la noche que debutó en el estadio De Kuip de Rotterdam, propiedad del Feyenoord, la selección española vistió de blanco. Capi se convirtió en el vigesimoquinto jugador del Real Betis que jugaba en el equipo nacional y con él compartió la convocatoria Joaquín Sánchez.
Pero no coincidieron sobre el terreno de juego, ya que Joaquín jugó la primera mitad y Capi, la segunda. España perdió por 1-0, gol de Frank de Boer de cabeza, y las crónicas dijeron que la selección no ofreció buenas sensaciones.
Dirigió el partido el sueco Karl-Erik Nilsson y las alineaciones fueron las siguientes:
Holanda: Van der Saar (Waterreus, m.46); Reiziger, Frank de Boer, Stam (Ooijer, m.46), Numan (Paauwe, m.70); Cocu, Van Bommel (Landzaat, m.64), Overmars (Sikora, m.68); Makaay (Ricksen, m.84), Kluivert y Hasselbaink.
España: Cañizares; Puyol, Hierro (César, m.46), Nadal (Curro Torres, m.76), Juanfran; Joaquín (Tiko, m.46), Helguera (Capi, m.46), Sergio, De Pedro (Vicente, m.68); Raúl (Valerón, m.46) y Morientes (Tristán, m.46).
Como era de prever, Capi no acudió al Mundial de Japón y Corea, pero sí volvió a la selección en octubre de 2002 para jugar contra Irlanda del Norte y Paraguay.
Juanito, en Hungría
Para Juanito, el partido de Las Gaunas en el que coincidió con Joaquín y Capi fue el segundo que jugó en la selección absoluta. El central verdiblanco era otro canterano que había explotado en la temporada anterior y que en unos pocos meses fue capaz de situarse en la élite del fútbol español.
Iñaki Sáez, sustituto de Camacho tras el Mundial de Corea y Japón, convocó al defensa verdiblanco por primera vez en el partido con el que se estrenaba al frente de la selección. Fue el 21 de agosto de 2002, contra Hungría en Budapest, en un encuentro amistoso que sirvió para homenajear la figura insigne de Ferenc Puskas, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, que por entonces ya se hallaba ingresado en un hospital de la capital húngara aquejado de Alzheimer.
En Budapest, Juanito entró en el terreno de juego tras el descanso y su debut fue saludado con buenas críticas, a pesar de que arrastraba unas molestias físicas. Coincidió en el campo con Joaquín, componiendo de nuevo un dúo de jugadores béticos que no se veía desde marzo de 1998 cuando Alfonso Pérez y Fernando actuaron en Vigo contra Suecia.
El choque acabó con empate a uno y a las órdenes del alemán Helmut Fleischer las alineaciones fueron las siguientes:
Hungría: Kiraly; Bodnar, Dragoner, Gyepes, Urban (Zsolt Low, min. 46); Low (Halmosi, min. 77, Lisztes (Boor, min. 46), Miriuta, Seboek (C. Feher, min. 59); Gera (M. Feher, min. 46) y Tokoli (Kenesei, min. 62).
España: Casillas (Ricardo, min. 46); Puyol, Marchena (Juanito, min. 46), García Calvo, Raúl Bravo (Aranzábal, min. 60); Xavi, Orbaiz (Sergio, min. 60); Mendieta (Joaquín, min. 46), Raúl (Valerón, min. 46), Vicente; y Morientes (Tamudo, min. 46).
Desde ese momento, la carrera deportiva de Juanito no paró de crecer, llegando a completar 26 internacionalidades con la selección absoluta y erigiéndose con el paso de los años en el futbolista de mejor palmarés de la historia verdiblanca, ya que amén de ganar un título con el Real Betis (Copa del Rey de 2005), se proclamó campeón de Europa con la selección española en 2008, tras haber acudido previamente al Mundial de 2006 en Alemania, donde incluso llegó a anotar un gol.
Aquel partido de Logroño que ahora recordamos fue un momento cumbre en la historia que vincula al Real Betis con la selección española de fútbol. La noche en que tres muchachos surgidos de las entrañas de la cantera verdiblanca coincidieron en el terreno de juego vistiendo la camiseta roja de España.
Todo un orgullo que se mantiene muy presente.