HISTORIA | Refuerzos cargados de experiencia
Por Manolo Rodríguez
Getafe y Betis, rivales esta noche, tienen varios nombres en común a lo largo de los años. Vínculos, eso sí, relativamente cercanos en el tiempo, ya que el club madrileño fue fundado en 1945 con el nombre de Club Getafe Deportivo, aunque no pudiera subsistir con esa denominación. Desapareció en 1983 acuciado por las deudas y de sus cenizas nació el Getafe Club de Fútbol que conocemos hoy. Eso sí, siempre vestido de azul completo.
Entre esos nombres que entrelazan a Getafe y Betis destaca, obviamente, el de Alfonso Pérez, cuyo nombre lleva el estadio del equipo madrileño, aunque nunca llegara a jugar profesionalmente con los azulones.
Más allá del "mago de las botas blancas" sobresalen los casos de Jorge Molina y David Belenguer, dos futbolistas curtidos que vivieron gran parte de sus carreras en uno y otro club. Molina fue 6 años bético y 4 getafense, mientras que Belenguer jugó 4 temporadas en Heliópolis y 7 en el Coliseum.
Además de todo esto, David Belenguer, en concreto, ostenta el registro de ser el futbolista más veterano que ha fichado el Real Betis desde que se tiene memoria. Llegado al club verdiblanco en una segunda etapa en el año 2010, contaba en ese momento con 37 años y 7 meses.
Con anterioridad, Belenguer ya había jugado en el Real Betis de 2000 a 2004. Vino con 27 años procedente del Extremadura y parecía un buen refuerzo para un equipo que tenía la ineludible obligación de volver a Primera. Y a fe que se ganó el aprecio de la afición en aquella temporada feliz.
Participó en 41 partidos de Liga y 1 de Copa, fue titular la tarde del ascenso en Jaén y una semana antes hizo en el Villamarín uno de los goles más recordados en la contemporaneidad. El que le marcó al Recreativo de Huelva en aquel partido decisivo y dramático que abrió de par en par las puertas del éxito.
Después, completó una buena segunda campaña a las órdenes de Juande Ramos, pero perdió protagonismo en la dos siguientes, ya con Víctor Fernández como entrenador. Y en 2004 se fue al Getafe, donde vivió 7 años plenos y exitosos que le permitieron jugar dos finales de Copa y debutar en la Copa de la Uefa.
En el verano de 2010 volvió a un Betis cargado de urgencias. Obligado a ascender tras el fracasado intento de la temporada anterior. Dirigía al equipo Pepe Mel y era imperioso armar un conjunto sólido y competitivo que diera el salto definitivo.
Y para eso fichó a David Belenguer. Un veterano con galones que le aportara al vestuario experiencia, temperamento y calma. Y otra vez se ganó la estima de la afición por su rendimiento, su profesionalidad y su entrega. Disputó 20 partidos de Liga y 4 de Copa y fue uno de los pilares sobre los que se asentó el retorno a la máxima categoría.
Después, los caminos del fútbol lo han llevado a otros menesteres y a otros países. Incluso a la presidencia de un club portugués. Se ha convertido en un destacado ejecutivo del fútbol global que hoy es norma y eso le augura, sin duda, un brillante porvenir.
Resulta innegable, pues, la importante trayectoria de David Belenguer en el Real Betis. Una carrera que arrancó en sus dos etapas con el equipo en la división de plata y que concluyó siempre con ascensos, satisfacciones y felices recuerdos.
Pero ya que hemos mencionado los fichajes más veteranos del Real Betis, cuyo ranking encabeza Belenguer, sigamos hablando de ellos y de su historia. Y en este sentido, conviene resaltar que el portero chileno Claudio Bravo, recientemente contratado, es el segundo jugador al que ficha el Real Betis con más edad.
Bravo, llegado al club verdiblanco a finales del pasado agosto con 37 años y 4 meses, puede presumir de haber realizado una brillantísima carrera en la Liga española, en la Premier inglesa y, por supuesto, en la selección de su país, con la que se proclamó campeón de la Copa de América en dos ediciones consecutivas, ejerciendo, además, como capitán del combinado que levantó ambos títulos.
Un guardameta de garantía que jugó por primera vez contra el Betis en la temporada 2006/07 cuando defendía el marco de la Real Sociedad. Por cierto, que en esa misma campaña el partido que enfrentó a ambos equipos en Sevilla no se disputó en Heliópolis, sino en el estadio de La Cartuja, ya que el campo bético estaba clausurado por sanción.
Después, volvió tres veces más al feudo heliopolitano, dos con la Real y una con el Barça, y en todas las ocasiones ganó su equipo. Un curioso registro.
Tras Claudio Bravo, en el tercer puesto del ranking de los jugadores con más edad fichados por el Betis, se encuentra Luis del Sol, que volvió a su casa en 1972, tras haber completado una prodigiosa trayectoria en el Real Madrid, la Juventus de Turín y la Roma.
Pepe Núñez fue el presidente que retornó a Luis del Sol y aquella noticia provocó una enorme felicidad entre los béticos. Un motivo para reencontrarse con la mejor historia. Regresaba el gran ídolo y verlo otra vez con la camiseta verdiblanca fue un suceso que desbordaba lo deportivo para convertirse en un acontecimiento emotivo y sentimental.
Cuando Luis del Sol fichó de nuevo por el Real Betis el 5 de julio de 1972 tenía 37 años y 3 meses. Jugó sólo esa temporada, en la que disputó 17 partidos de Liga y 5 de Copa. Más tarde, como se sabe, "el mito supremo" ocupó diversos cargos técnicos de la entidad y fue entrenador del primer equipo en dos ocasiones, en la última de las cuales culminó el ascenso de 2001 en Jaén, precisamente con Belenguer en el terreno de juego.
Así pues, Belenguer, Bravo y Del Sol son los tres únicos jugadores que fueron fichados con 37 años. A continuación, les siguen en esta lista veterana hasta cuatro jugadores que tenían 35 años cuando fueron contratado por el Real Betis.
En concreto, los porteros Campillo y Pesudo, el defensa Quique Romero y el gran Rafael Gordillo, otro símbolo eterno del sentimiento bético.
Por orden cronológico, José García "Campillo" fue el primero en llegar. Procedía del Murcia y formó parte del equipo que ascendió a Primera en 1967, tras la promoción ganada al Granada. Esa temporada disputó 37 partidos entre Liga y Copa, compartiendo vestuario con jugadores míticos como Eusebio Rios, Rogelio o Quino.
Al año siguiente, en la máxima categoría, Campillo intervino en 6 encuentros, jugando su último partido como jugador bético en Sabadell el 28 de enero de 1968. Un portero atípico, grueso y fornido, que dejó algunos buenos momentos en su primera campaña.
Pesudo, por su parte, como ya contamos aquí en su momento, fue un caso excepcional en el mercado de fichajes. Vino al Betis en febrero de 1972 cuando ya llevaba un año retirado. Había sido grande en el Valencia y con el FC Barcelona ganó una Copa del Generalísimo y una Copa de Ferias, además de un Trofeo Zamora. Renovó un año más, jugó mucho en esa temporada 1972/73, y dejó la impronta de lo que era: un excelente guardameta.
En 1992 retornó al Real Betis, con 35 años y 4 meses largos, Rafael Gordillo Vázquez. Una barra del escudo que ya había sido el orgullo de la afición de 1977 a 1985. Otra vuelta cargada de emociones que aún permanece cercana en el recuerdo. Gordillo vistió la camiseta verdiblanca hasta 1995, fue presidente del club en 2010, y hoy y siempre es el mejor embajador del Betis por el mundo.
Por último, Quique Romero fichó por el Betis en el verano de 2006. Jerezano de nacimiento, había jugado en el Valencia y ganó una Liga y una Copa con el Deportivo de la Coruña. Un lateral zurdo que estuvo con Joaquín en el Mundial de Corea y Japón. No cuajó en Heliópolis y sólo fue titular mientras que estuvo en el banquillo Irureta, el técnico que recomendó su fichaje. Únicamente jugó esa temporada.
A partir de ahí, va descendiendo la edad de los fichados hasta completar una larga relación. La de los jugadores que han vestido la camiseta del Real Betis.