El Perfil: Luis del Sol
Luis del Sol es considerado como el más grande de los jugadores verdiblancos de todos los tiempos. Un mito que ha representado en mayor medida que ningún otro la universalidad del Real Betis Balompié y cuyo nombre ha merecido la veneración de todas las generaciones.
Nacido en Arcos de Jalón (Soria) el 6 de abril de 1935, su familia se trasladó poco después a Sevilla y se instaló en el barrio de San Jerónimo. Allí comenzó a jugar al fútbol y a los 16 años fichó por el equipo juvenil del Real Betis. Destacó desde muy pronto y, por ello, tras una cesión al Utrera, se integró en la primera plantilla verdiblanca cuando apenas tenía 19 años.
Su debut en el equipo verdiblanco tuvo lugar el 17 de octubre de 1954, en Badajoz, cuando el Betis militaba en Segunda División. Le dio la oportunidad el entrenador Francisco Gómez, uno de los campeones de Liga de 1935, y, para la posteridad ha quedado ya esta alineación con la que fue titular por primera vez: González; Portu, Barinaga, Cifuentes; Óscar, Aumesquet; Del Sol, Guerrero, Cabrera, Hurtado y Flores.
En mayo de 1955 llegó Benito Villamarín a la presidencia del Betis y su nombre quedó asociado para siempre al de Luis del Sol. Ambos han sido por los siglos de los siglos los símbolos de la regeneración del club y, sobre todo, los pilares sobre los que se asentó el retorno verdiblanco a Primera División. Una gesta que culminó el 1 de junio de 1958, con el triunfo verdiblanco en Heliópolis ante el Jerez, aún cuando el ascenso matemático ya se había obtenido una semana antes en San Fernando, precisamente con un gol decisivo de Luis del Sol.
Tras sus inicios como extremo, en esa época ya contaba con libertad para moverse por todo el campo y, poco a poco, fue erigiéndose en un poderoso y rápido mediocampista con enorme protagonismo en el juego. Además, era el capitán del equipo.
Ya con el Betis en la máxima categoría, Luis del Sol fue el capitán en Nervión la tarde del 2-4 y el autor del primer gol que se marcaba en partido oficial en el Sánchez Pizjuán.
Se convirtió enseguida en uno de los grandes nombres del fútbol español y su calidad y su fuerza despertaron el interés de los clubes más importantes del continente. En 1960, concretamente el 2 de abril, se anunció su traspaso al Real Madrid por seis millones quinientas mil pesetas, más tres jugadores de la órbita madridista que llegaron para reforzar al Betis: Martín Esperanza, Lloréns y Pallarés.
Con el Real Madrid, Luis del Sol ganó una Copa de Europa, una Copa Intercontinental, dos Ligas y una Copa de España, teniendo, además, la posibilidad de debutar en la selección española absoluta, ya que durante su etapa como jugador bético sus participaciones en la selección sólo se limitaron a la categoría B.
Dicho debut se produjo el 15 de mayo de 1960 en el Santiago Bernabéu contra Inglaterra y, en total, defendió la camiseta nacional en 16 ocasiones, disputando la fase final de los Campeonatos del Mundo de Chile (1962) e Inglaterra (1966), así como la Eurocopa de 1964.
Coetáneo de algunos jugadores fundamentales en la historia del fútbol español y mundial (De Stéfano,Puskas,Gento, Kubala) a Del Sol se le considera uno de los mejores futbolistas nacionales de todos los tiempos.
Convertido ya en una de las más importantes figuras del fútbol europeo, en 1962 es traspasado por el Real Madrid a la Juventus de Turín por la importante suma de treinta y cinco millones de pesetas.
En el club italiano, en la poderosa 'vecchia signora', Luis del Sol, que ganó un Scudetto y una Copa de Italia, también adquiere perfiles míticos, ostentando su brazalete de capitán durante varios años, y siendo bautizado con el apelativo de 'settepulmoni' (siete pulmones), por su extraordinaria fuerza física y su generosidad en el campo de juego.
Muchos años más tarde, en 2012, fue incluido en el pasillo de la fama del nuevo estadio de la Juventus de Turín, siendo escogido por sus aficionados como uno de los 50 jugadores más relevantes de la historia del club.
En 1970 es transferido a la AC Roma y en 1972 decide volver al club de su vida, el Real Betis, donde juega una temporada más, cuando ostenta la presidencia José Núñez Naranjo. Su debut en el equipo verdiblanco en esta segunda etapa se produce el 2 de octubre de 1972 en el estadio de El Molinón frente al Sporting de Gijón. El entrenador bético es Ferenc Szusza y la primera alineación en partido oficial en la que vuelve a figurar Luis del Sol es la siguiente: Pesudo, Mellado, Telechía, Frigols, Cobo; López, Genaro, Del Sol, Rogelio; Macario (Aramburu, m.75) y Benítez (González, m.70).
La temporada no acaba bien y el Betis desciende a Segunda División, lo cual determina la retirada definitiva del fútbol de Luis del Sol cuando ya ha cumplido los 38 años.
En las 7 temporadas en que Luis del Sol vistió la camiseta verdiblanca disputó 190 partidos oficiales (169 de Liga; 11 de Copa y 10 de promoción de ascenso), marcando 45 goles.
En 1981 hizo sus primeros pinitos como entrenador y en 1986 debutó con el filial bético, aunque enseguida fue requerido para entrenar al primer equipo verdiblanco.
Se sentó en el banquillo por primera vez en San Mamés el 15 de marzo de 1986 y se mantuvo en el cargo hasta el final de la temporada siguiente.
Años después ocupó la secretaría técnica del Club, volviendo a ser requerido como entrenador en el último tramo de la campaña 2000-01. Y de nuevo su concurso volvió a resultar fundamental para que el Real Betis consiguiera el deseado ascenso a Primera División.
Fue director deportivo de la entidad y su sola presencia garantizó siempre el respeto y la admiración. Un ídolo al que la revista del Club llamó el dios de nuestros padres, cuando se cumplieron los 60 años de su debut.