Un tobogán de sensaciones es una de las mejores frases para resumir lo que ha sido la actualidad del primer plantel en las últimas semanas. Algo parecido a lo que experimentamos en el primer periodo de competición, donde se mezclaron buenos resultados y brillantes momentos de fútbol con algunas derrotas y circunstancias varias que provocaron cierta desazón entre una parte del beticismo.

Cierto es que el primer partido objeto de este repaso nos dejó bajo de ánimos, porque, aunque perder en la visita ante el FC Barcelona puede entrar dentro de muchas lógicas, no menos cierto es que la imagen, junto al abultado resultado, provocó el desánimo entre amplios sectores de la afición. Una noche donde todo lo que pudo salir mal, salió mal., y que tuvo cierta continuación en cuanto a los puntos en la siguiente visita, estreno de la UEFA Europa League en Glasgow, ante el Rangers. Un partido de más a menos, con una buena primera mitad en verdiblanco y que, ante la falta de concreción del ataque foráneo y que, tras una acción asilada del conjunto local, terminó por condenarnos a una nueva derrota que nos obligaba -y obliga- a no volver a cometer errores en esta fase de grupos en la que esperamos no solo clasificar, sino hacerlo como primeros para evitar el posterior cruce de play offs con alguno de las escuadras que caerán de la Champions.

Todos pensábamos que el choque contra el Cádiz, en Villamarín, sería el bálsamo perfecto para reparar estas heridas, pero no fuimos capaces de lograr más que un punto tras igualar el 0-1 con el que nos fuimos al descanso. Puede sonar a tópico, pero no sería justo obviar que merecimos más que el empate, circunstancia que volvió a repetirse cuatro días después, cuando en Granada sí logramos adelantarnos en el marcador, con el primer gol como verdiblanco de Assane, pero no supimos rematar el partido en los minutos en los que el rival se deshizo. Un error en el ataque provocó el contragolpe nazarí que supuso la igualada final.

La siguiente oportunidad sería el domingo 1, ante un joven pero aguerrido Valencia, quien sí acabó sucumbiendo en Heliópolis ante el quizás mejor Betis de la temporada: de nuevo Assane abrió el tanteador para que Marc Roca, tras espléndido cabezazo a la salida de un córner y Abde, de enorme derechazo a la escuadra, sellasen el tan ansiado triunfo, que tuvo continuidad en la tarde del jueves 5, con ocasión de la disputa del segundo partido de la fase de grupos de la competición continental. No fue excesivamente brillante el juego desplegado ante el Sparta de Praga, quien se adelantó en los primeros minutos del choque, pero la calidad y entrega verdiblanca acabó por imponerse, para dejar en Sevilla los tres puntos en litigio tras dos tantos de Assan -sí, otra vez él- y un inconmensurable Isco, convertido ya en un referente para el beticismo después de la entrega absoluta y el fútbol exquisito desplegado en gran medida en estos primeros dos meses de temporada.