Finalizamos el repaso en nuestra anterior comunicación resaltando dos triunfos consecutivos que fueron de vital importancia tras una serie de resultados no satisfactorios, aquellas victorias de principios del mes pasado ante el Valencia y Sparta que sirvieron para despejar de nuevo el horizonte competitivo del equipo de cara a un tramo de calendario que, a priori y solo a priori, aparecía como más propicio para la escalada en la tabla clasificatoria, cuestión que empezó a plantearse con ocasión de la visita a Vitoria, de donde sólo pudimos sacar un punto tras haber sido, claramente, merecedores de mucho más. Este análisis casi podríamos aplicarlo al siguiente choque liguero, casi dos semanas más tarde por el parón de selecciones, que tuvo lugar en Getafe, y que nos dejó como botín otro punto tras no poder consolidar la ventaja casi inicial, ya que nos pusimos por delante en los compases iniciales del duelo.

La siguiente escala competitiva nos llevó a Limasol, tercera jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa League. Había que ganar, tras los resultados de la fecha anterior en la que todos los equipos aparecíamos empatados a tres puntos, y se hizo, no sin ciertas dificultades a pesar de haber demostrado casi desde el saque inicial la enorme superioridad sobre el equipo chipriota: dominio absoluto del juego, presencia constante en el área contraria pero la competición continental tiene su aquel, y tras más de algún que otro sobresalto, volvimos para Sevilla con el liderazgo momentáneo del grupo por mor del tanto de Ayoze. Y apenas sin solución de continuidad, retornábamos a la liga, recibiendo al siempre incómodo y férreo Osasuna, al que conseguimos doblegar in extremis con el gol de Isco, golazo, en el minuto 95 de un partido que tuvimos bastante controlado y bien encarrilado hasta que en el tramo final los rojillos aprovecharon una de sus pocas llegas al área bética para meternos el susto en el cuerpo con el momentáneo empate.

Otro cambio de vía, aunque bastante más liviano, nos llevó hasta el estreno copero ante el modesto CD Hernán Cortés, partido que convino a todas las partes trasladar hasta el Francisco de la Hera, en Almendralejo, y que solventamos con una goleada histórica por 1-12 que reflejaba las seis categorías que separaban a ambos contendientes. La última parada de este recuento estuvo de nuevo en Villamarín, la tarde en la que Fekir volvió a disputar algunos minutos con la camiseta verdiblanca tras más de 8 meses alejado de los terrenos de juego y que se rubricó con otra alegría, la que resulta inherente a cualquier triunfo, en este caso por 2-0, goles de Willian José y Ayoze, ante un Mallorca que no pudo nunca plantar cara al Betis, ni con 11 ni con 10.

Al final de este periodo que hemos repasado, estamos 6º en la tabla liguera y encabezamos el grupo en la Europa League, además de estar a la espera de conocer el siguiente rival copero.