“Más o menos entramos por aquí. Todo está muy cambiado pero recuerdo que el autobús aparcó por esta zona”. La creación del nuevo Wembley hace que los recuerdos bailen en la mente de Rafael Gordillo. Camino de realizar una visita por el nuevo templo del fútbol inglés, el ‘3’ de la selección recordaba más la liberación de Quini que la victoria. “Nada más concluir el partido nos lo comunicaron. Todos nos olvidamos del triunfo y nos abrazamos por Quini. Fue una gran noche por todo, pero más que nada por la liberación”. Quini, por aquel entonces jugador del FC Barcelona, fue secuestrado el 1 de marzo de 1981. Su cautiverio duró 24 días.

Bajo el mítico Wembley se levanta una majestuosa obra arquitectónica capaz de albergar hasta 90.000 espectadores. Quizás en el 2002, cuando fue demolido, se perdieron muchos recuerdos de aquel partido. Más si cabe con la inauguración del Nuevo Wembley, el 9 de marzo de 2007. Pero por unos segundos, por unos instantes, Gordillo volvió a jugar aquel encuentro. Volvió a ver los goles de Zamora y Satrústegui. La parada de Arconada. Volvió a correr la banda. El 25 de marzo de 1981 es una fecha histórica en el fútbol español y regresó al Nuevo Wembley con Rafael Gordillo.