Su rostro el pasado jueves al aparecer en zona mixta no necesitaba ser adornado con palabras. Era la expresión de la felicidad del debutante, un Francisco Varela que atendía a los medios custodiando la camiseta de su estreno bajo el brazo, procurando que el sueño vivido en la fría noche rusa no se pudiese escapar. El lateral granadino, seis años después de llegar a los escalafones inferiores del Real Betis Balompié procedente desde el Granada CF, fue escalando peldaños desde el primer equipo cadete hasta el Betis B, al que accedió siendo juvenil de tercer año.

Desde que el Club de las trece barras lo reclutara gracias al desparpajo que se vislumbraba en aquel chico que representaba a la Selección Andaluza en el Campeonato de España, Varela solo ha conocido el crecimiento en su vocabulario futbolístico. Una proyección que cimentó su primera piedra en Kazán, donde el lateral zurdo se reconcilió definitivamente con el fútbol. Atrás quedó la luxación de rótula en la rodilla izquierda que le hizo perderse el Europeo Sub-19 del pasado verano disputado en Lituania.

Su insultante juventud e incuestionable calidad le llevaron a ser convocado la campaña anterior en la visita del Real Betis al Camp Nou, si bien finalmente Varela no llegó a debutar. Ahora, con las imágenes de un recuerdo que jamás olvidará, el amigo inseparable de Álvaro Vadillo atiende a los medios oficiales, acompañado de la prudencia de quien preveía “muy difícil” una nueva convocatoria para Villarreal. Pero Valera volverá a hacer de nuevo este fin de semana las maletas de la ilusión.

Para empezar, tendrá que decirnos cuántas veces cargó la batería de su teléfono móvil después de su estreno con el primer equipo.
Recibí muchos mensajes por el móvil, sobre todo de mi familia. También mensajes de aficionados por Twitter. Recibí mensajes de los que siempre han estado ahí apoyándome. Estoy muy contento por el debut.

¿Ha encontrado ya la persona indicada a la que regalar la camiseta?
Va para casa, a tenerla guardada –risas-. Es un bonito recuerdo. Ojalá que no sea la última.

¿Cómo se duerme cuando se debuta al más alto nivel?
Dormí muy tranquilo, no solo por el debut, sino por la victoria del equipo, que la necesitaba, y por el pase a octavos y que haya derbi en la próxima ronda. Estoy muy ilusionado por ayudar al equipo el tiempo que estuve en el campo.

¿Le apetece hablar de la lesión sufrida el pasado verano?
Lo pasé muy mal, sobre todo por la situación, que era de cara al Europeo Sub-19. Me perdí la ronda final y la pretemporada. Ya estoy cogiendo ritmo y minutos. Eso está pasado y ahora hay que pensar en el presente y en el futuro, que es lo importante. Ha sido mi lesión más dura, pero hay que evitar que llegue alguna más.

Su relación con Álvaro Vadillo es muy estrecha. ¿Qué le dijo su amigo?
Estaba muy contento. El año pasado cuando fui convocado al Camp Nou también lo estaba. Vino al vestuario y me dio un abrazo muy fuerte. Estaba tan contento que parecía que había debutado él.

Parón obligado por la lesión, vuelve con el filial y pocos partidos después, debut con el primer equipo. ¿Se lo imaginaba tan pronto?
No me lo esperaba, por la lesión y por las fechas de la recuperación. Solo he tenido cuatro partidos con el filial desde que volví. El míster ha creído que me tenía que dar la oportunidad. Ahora debo coger minutos y ritmo porque todavía no estoy al 100%.

Háblame del trato de los veteranos en la concentración.
Los capitanes siempre han estado encima para ayudarme. Todos son muy buenos compañeros, muy sencillos y humildes. Pagué una pequeña novatada, ya que tuve que hablar después el partido –risas-. Quitando eso fue todo my bien, recibí mucha ayuda.

Tiene un gran potencial y una enorme proyección, pero se comenta que debe mejorar a la hora de dar discursos…
En eso soy muy malo –risas-. Tengo que mejorar y aprender de los que saben hacerlo.

Para el que no pudiese verlo en acción en el partido de la UEFA Europa League o le quiera conocer en profundidad, ¿qué perfil de futbolista cumple Varela?
Soy un lateral ofensivo, que le gusta tener el balón y acompañar bastante en el ataque. Tuve que salir  de extremo y me puedo adaptar a esa posición. Tengo recorrido y buena finalización. Me quedo con lateral porque me gusta subir desde atrás. Son mis dos posiciones, donde sea intentaré hacerlo lo mejor que pueda.

Una historia de presente feliz, pero los comienzos resultaron complicados.
Fueron muy duros. Vine con 13 años y es difícil estar tan lejos de tus padres siendo un niño. Con Vadillo fue con quien más feeling tuve en la residencia, donde me apoyaron mucho los compañeros. Las primeras temporadas sufrí, pero el que quiere cumplir su sueño sabe que tiene que soportar eso.

Espero que no exista ningún tipo de pique con Vadillo por ver quién será más importante en el futuro bético…
Para nada –risas-. Los dos sabemos que siempre estamos unidos. Cuando uno debuta o cuando va a la Selección, el otro se alegra. Somos verdaderos amigos.

Cuando saltó al terreno de juego el jueves, ¿se acordó de algún nombre en particular?
Me acordé de todos los entrenadores que he tenido en la cantera desde que llegué. Ellos me dieron la oportunidad y la confianza para aprender en el día a día. Luego está mi padre, el hombre más pesado que he tenido, el que más me ha exigido.

¿Dedicarse al fútbol forma parte de la herencia genética o es el primer futbolista en la familia?
En mi familia nadie ha sido futbolista, soy yo el primero. Entre todos me han ayudado para estar donde estoy.

Y tras el debut con el primer equipo, ¿cuál es la siguiente meta a superar?
Ahora debo seguir trabajando día a día. No me puedo conformar con esto, aún no he conseguido nada. Esto solo puede ser el principio. Si tengo la oportunidad con el primer equipo, será bienvenida. Es en el filial donde tengo que rendir y demostrar que puedo estar arriba.

A corto plazo, ¿piensa en el retorno a la Selección Española?
Me gustaría volver porque son bonitos recuerdos, momentos difíciles de olvidar. Ahora estoy centrado en el Betis, donde voy a luchar por cumplir mi sueño.

Comentaba que llegó desde Granada y desde el primer día se identificó con los colores del Betis. Parece que será una relación que durará mucho tiempo.
Siempre he pensado en el Betis. Nunca he tenido mentalidad en salir. Me lo ha dado todo. Mi futuro está aquí. Ellos también lo piensan. Ahora hay que seguir trabajando para demostrar a la gente que puedo seguir en este Club bastantes años.

Se viene hablando desde hace muchos años que le aguarda un futuro brillante. ¿Eso le puede llegar a presionar?
No es que me haya gustado que se creyese tanto en mí, sino que me ha dado un plus de confianza. Es bonito que te reconozcan cuando juegas bien. Nadie me ha regalado nada, solo han tenido confianza en mí. Claro que te gusta que te reconozcan lo que haces.

A la hora de hablar sobre su posición, tendrá que hablarnos sobre su referencia en el lateral zurdo.
Tengo muchos futbolistas que me gustan. Me gusta mucho Marcelo. Es en el que más me fijo. Aquí tengo al lado a Nacho, que es un hombre muy sencillo y tiene una experiencia espectacular. También aprendo de Dídac, que es muy joven y con experiencia. Tengo que aprender de todos estos compañeros, que son de los que más puedo aprender en el día a día.

Habla de la humildad de Nacho. A modo personal, ¿cómo es Varela?
Me considero muy sencillo, una persona a la que le gusta estar siempre con sus amigos y la familia. Creo que soy muy humilde, me queda mucho por aprender. Esto es muy largo.

¿Es usted de los que cuando acaba el partido desconecta o sigue viendo fútbol?
Me encanta ver mucho fútbol. Suelo ver muchos partidos, tanto de Primera como de Segunda División. Cuando me puedo escapar, veo partidos también de Segunda B. Se aprende de todos los jugadores, voy fijándome en todos los laterales izquierdos.

Si le dieran a elegir para jugar otro partido con el primer equipo de aquí a final de temporada, ¿cuál sería?
El derbi. Como canterano es el partido más importante de la Liga. Me encantaría jugarlo y que  se hiciera realidad ese sueño.

¿Se atreve a dar un favorito para los derbis de la UEFA Europa League?
En un derbi nunca hay favoritos. Ya se vio en campañas anteriores que el Betis iba por encima en la clasificación de la Liga y perdía. O al revés, que el Sevilla llegaba como favorito y perdía. En un derbi puede pasar de todo.