Concluido el partido contra el Villarreal CF (2-0), el entrenador del Real Betis comparecía en la sala de prensa del Estadio El Madrigal. Gustavo Poyet respondía a las siguientes cuestiones de los medios de comunicación: “En cuanto al tema de la responsabilidad y la manera de jugar, es mía. Uno busca soluciones a unos problemas que tenemos y me ha costado mucho encontrar un balance entre ser un equipo que pueda atacar con cierto peligro y estar organizados para que no haga daño un equipo como el Villarreal. Nos quedamos muy cortos de atacar en la primera parte, demasiado. Es preocupante. Hubo algo ahí que no fue lo previsto. Además, después te tiran desde 30 metros, te hacen un golazo y a partir de ahí se complica porque hay tensión, preocupación y una situación delicada por lo que estamos sufriendo de local, que parecería nos obliga a ganar de visitante cuando debería ser lo contrario. Y después había que arriesgar. El Villarreal bajó un poco el ritmo y nos permitió tener algo más la pelota pero sin hacer daño. En el tema organizativo y en tratar de parar al Villarreal la cosa fue bien, pero a la hora de atacar estuvimos bastante pobres”.

¿Bloqueo mental tras el primer gol?: “Hay que esta ahí. Es una de las cosas mas difíciles de explicar a la gente y a la prensa. Hay que saber lo que se siente cuando uno está dentro del campo, intentas lo máximo y te hacen un gol. Es fácil decirles que no pasa nada, pero pasa porque cada uno tiene una forma de ser que le influye y cuando le influye a varios, el equipo lo paga. Hay una palabra que no me gusta utilizar pero mucha gente habla de confianza. Hay cosas básicas que hay que hacer todo el tiempo, independientemente de tu confianza, pero es una cosa que existe y que hay ciertos momentos en los que el equipo lo siente. Es una suma de individualidades, pero lo siente como equipo. No tengo dudas de que hay que buscarle una vuelta a esto porque se entra en una dinámica negativa y se complica”.

Triple sustitución: “Buscaba una solución. Es el momento en el que puedo afectar al equipo, haciendo el equipo y después con los cambios. Pasaban los minutos mostrando ciertas cosas y ya tenía pensado hacer un cambio, vino otro gol y ahí ya te lleva a tomar decisiones, correctas o incorrectas. Si termina 2-0 parece que los cambios no afectaron, si meten otro es porque te equivocaste pero en ese momento sentí que era lo necesario y traté de asumir un riesgo que no funcionó”.

¿Le preocupa que lo cesen después del partido de hoy?: “No es un tema de preocupación. Lo que me preocupa es que el equipo juegue mejor. El tema de tener un trabajo de tener un trabajo depende de dos personas, de que te lo ofrezcan y tú aceptes. Y luego para que se termine, de que uno de los dos decida que tienes que irte o renunciar. Trato de no meterme en ningún lio tras los partidos porque el pensamiento no está muy claro. No me dejo llevar por las emociones ahora porque sería tomar una decisión en caliente que no tiene sentido. Me gusta sentarme y analizar las cosas y buscar los porqués. A partir de ahí, estoy tranquilo porque vi al equipo que, al menos dentro de sus posibilidades con el sistema que jugamos hoy, quisieron dentro de lo que estamos tratando, la tensión y los nervios. Si hubiera visto un equipo que se dejara estar y se pierde 5 ó 6 a cero ahí si hay un problema grave. Lo que pase mañana o pasado no lo sabe nadie”.

¿Qué puede hacer un entrenador para revertir esta dinámica?: “Como hacer, se pueden hacer muchas cosas. Hay que tener cuidado de no perder la línea porque puedes cambiar a ocho jugadores, inventar un nuevo sistema o cualquier cosa, pero el tema es que no existe una cosa que esté escrita que si la haces funcione. Es un tema mas de profundidad, de lo que viene, ver las reacciones de los jugadores, ver cómo están, la situación de jugar como local el próximo partido… hay muchas cosas para analizar y no es tan sencillo. Mañana me sentaré con todo el cuerpo técnico para analizar algunas cosas para ver si las estamos haciendo bien y necesitamos reforzarlas o si hay que cambiar algo”.