En las primeros entrenamientos de pretemporada, como suele ser habitual cuando se retoma la actividad tras las vacaciones, el trabajo de la primera plantilla del Real Betis tuvo un alto contenido físico. Poco a poco, la faceta física ha ido dejando lugar a la labor técnica y la táctica, en diferentes sesiones en las que se han conjugado diferentes variantes que pueden aparecer sobre un terreno de juego. En el entreno vespertino de este miércoles, Pepe Mel ha querido incidir en diferentes conceptos que quiere dejar patentes para el próximo curso. Durante el desarrollo del ensayo, nociones en la salida del balón desde atrás, la presión en zona ofensiva, la ocupación y creación de espacios, y sobre todo, la recuperación una vez se pierde la pelota, han sido las ideas que se han trasladado a los campos de fútbol de Montecastillo. El técnico bético, que ha interrumpido en varios momentos la sesión, ha insistido mucho en la importancia de una correcta basculación, así como en la relevancia de mirar siempre hacia la portería contraria y no a la propia cuando se controla el esférico, dando instrucciones acerca de la necesidad de no dejar girar al rival en ningún momento cuando recepciona la pelota. Además de promover el dinamismo en todos los movimientos a base de velocidad y permutaciones hacia el interior, Mel ha aportado principios para jugar sin balón y provocar de este modo la ruptura en la defensa rival. Para concluir, la elaboración y el golpeo en los saques de esquina y faltas laterales ha contado con la dirección de un magistral Joan Verdú, muy atinado en estas jugadas a balón parado.

Cabe destacar que salvo las ausencias de Matilla y Amaya, ya comentadas esta mañana, la tarea ha contado con la aportación de Jesús Muñoz, central del filial que se incorporaba este mediodía a la concentración de Montecastillo y que conseguía un gran gol en uno de los ejercicios del entrenamiento, muy aplaudido por sus compañeros y el público asistente.