Jaime Sabaté fue un formidable defensa que vistió la camiseta del Real Betis Balompié durante seis temporadas a mediados de los años setenta y que formó parte de aquel recordado equipo que en junio de 1977 se proclamó campeón de la I Copa del Rey.

Nacido en Badalona (Barcelona) el 9 de agosto de 1947, Jaime Sabaté fue presentado como jugador verdiblanco el 27 de julio de 1973. Procedía del Real Mallorca, entidad a la que el Real Betis pagó cinco millones por su traspaso.

En el momento de su llegada a Heliópolis, Sabaté ya contaba con una larga experiencia futbolística. Formado en el RCD Espanyol, club con el que debutó en Primera División con 18 años, alternó diversas  cesiones en otros clubs catalanes como Olot, Lérida o San Andrés antes de fichar por el Mallorca en 1972.

Al año siguiente llegó al Betis, entonces en Segunda División, y desde el primer momento se erigió en titular indiscutible, ofreciendo un rendimiento extraordinario.

Su debut con la camiseta verdiblanca tuvo lugar el 1 de septiembre de 1973 en el campo de Linarejos contra el Linares, en la jornada inaugural de la campaña. Partido que ganó el Real Betis por 0-1, gol de Rogelio.

Una vez conseguido el ascenso, Jaime Sabaté fue un fijo en aquella escuadra que, año a año, fue creciendo hasta proclamarse campeón de Copa y disputar de manera brillante la Recopa de Europa en la temporada 1977-78.

En la final de Copa ante el Athletic de Bilbao, Sabaté jugó un excelente encuentro y además transformó de manera espléndida el penalti que le correspondió lanzar en la segunda y definitiva tanda.

Permaneció en el Real Betis hasta la temporada 1978-79, abandonando la entidad con 31 años para retirarse en el club de su localidad natal, el Badalona.

En sus seis temporadas en el Real Betis, Jaime Sabaté jugó 197 partidos (159 de Liga; 33 de Copa y 5 de la Recopa de Europa) en los que hizo 1 gol.

De Sabaté queda el recuerdo de un extraordinario profesional que siempre demostró una enorme regularidad. Un defensa central duro y expeditivo, muy preciso en el marcaje, la anticipación y el corte, que en todo momento fue una garantía en la zaga verdiblanca.

Junto a esto, Jaime Sabaté fue uno de los fundadores de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) en 1978, manteniendo desde entonces un fuerte compromiso con los derechos laborales del futbolista y con la defensa de sus intereses.