Botín menor para el Real Betis en Pucela (0-0)
Los verdiblancos logran un punto a domicilio en un partido al que no le perdieron la cara en los 90 minutos, pero en el que la ansiedad superó al fútbol
Es una máxima del fútbol. Si no puedes ganar, al menos empata. Y eso es lo que ha hecho el Betis en el Nuevo Zorrilla, donde la ansiedad se ha impuesto al fútbol.
El Betis buscaba en Pucela su primer triunfo a domicilio de la Liga ante un rival directo y la complicada situación en la tabla hacía que la responsabilidad pesase. Se notó desde el arranque. Las imprecisiones convivían con las ganas de ganar y se imponía el miedo a perder. Y el estado del campo tampoco ayudaba, al contrario, dificultaba el fútbol combinativo. Por eso, los de Juan Garrido se aferraron al orden y la concentración… Prohibido hacer regalos en vísperas del día de Reyes.
Pese a todo, las ocasiones más claras en el primer acto fueron para el Betis, que poco a poco fue mandando sobre el terreno de juego. Ya en el 4’ pudo adelantarse. Valiente despejó hacia su propia portería un centro de Matilla y obligó a Mariño a lucirse.
Joan Verdú, con más presencia que en partidos anteriores, buscaba llevar el balón arriba y enlazar con Rubén o Molina. Precisamente, el alcoyano tuvo la segunda ocasión clara para adelantarse en el marcador tras una buena combinación con el centrocampista catalán, pero su disparo, más fuerte que colocado, fue rechazado por el meta pucelano. Justo antes del descanso, el propio Verdú también tuvo la suya. Su lanzamiento de una falta lateral, aunque bien tirada, fue despejada por un acertado Mariño.
Hasta el descanso, el Valladolid intentó aprovechar el terreno que decidió cederle el Betis, pero apenas creó peligro, entre otras cosas, porque los siete corners de los que dispuso fueron inofensivos. Sara, muy atento, resolvió bien y se mostró seguro. El meta argentino incluso tuvo la oportunidad de exhibirse sacando una magnífica mano a un derechazo de Larsson. Los apuros atrás fueron mínimos, gracias también al buen nivel exhibido por los centrales.
La ansiedad aumentaba conforme corría el reloj. A la vuelta del descanso, el Valladolid pudo adelantarse, pero Javi Guerra no conectó bien su cabezazo a centro de Peña. Garrido reaccionaba y con más de media hora por delante hacía un cambio ofensivo dando entrada a Salva Sevilla por Matilla. A la ocasión del punta vallisoletano respondieron los verdiblancos con un balón al área al que no llegó Rubén.
Las urgencias no son buena compañía y el Valladolid las olía en el Betis. Apretó. Un centro-chut de Peña desde la izquierda puso el uy en la grada pero Sara resolvió de forma meritoria. El Pucela volcó su ataque por la banda del boliviano, que se convirtió en un incordio. Y los béticos veían como el ansiado botín de los tres puntos se alejaba conforme avanzaba la hora. Para amarrar lo conseguido, el técnico dio entrada a Nono por Verdú. Aún así, los heliopolitanos aún pudieron desnivelar la balanza a su favor. Rápida conducción de Juan Carlos por su carril, Rubén se lleva con su desmarque a Rukabina, y el madrileño dispara pero cruza demasiado el tiro.
Los minutos finales fueron trepidantes con el equipo local volcado. JIM y Garrido apostaron fuerte con sus cambios, entraron Manucho y Chuli, pero el marcador no se movió.
Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Valiente, Rueda, Peña; Álvaro Rubio, Víctor Pérez; Larsson (83’ Manucho), Rossi (92’ Rama), Omar (74’ Óscar) ; Javi Guerra.
Real Betis: Sara; Chica, Amaya, Paulao, Dídac; Lolo Reyes, Matilla (60’ Salva Sevilla); Molina, Verdú (74’Nono), Juan Carlos y Rubén Castro (86’ Chuli).
Árbitro: Velasco Carballo. Mostró tarjeta amarilla a Álvaro Rubio (43’).