Rafael Gordillo es un mito. Una leyenda. Sin duda, el futbolista más importante en la historia moderna del Real Betis. Uno de los dioses preferentes en el Olimpo verdiblanco.

Jugador importantísimo, orgullo de la afición, ha estado gran parte de su vida vinculado al Real Betis Balómpie, al que, tras su retirada, sirvió desde la parcela técnica, la administración judicial e incluso desde la presidencia de la entidad. 

Rafael Gordillo Vázquez nació en Almendralejo el 24 de febrero de 1957. Su alumbramiento tuvo lugar en esta localidad debido a que su padre jugaba como futbolista en el Extremadura, pero a los pocos días, se traslada con su familia a Sevilla, de donde eran originarios.

Establecido junto con su familia en el Polígono de San Pablo, ingresa en la cantera verdiblanca en 1972, pasando por la categoría infantil y juvenil y por el filial Betis Deportivo.

Su debut en partido oficial con el primer equipo del Real Betis tiene lugar el 30 de enero de 1977 en el estadio Benito Villamarín contra el Burgos CF, correspondiente a la jornada 20 de la Liga 1976-77. En el minuto 63 de dicho encuentro, Rafael Gordillo entra en el campo luciendo la camiseta número 14 para sustituir a Julio Cardeñosa.

Aquel era un Betis entrenado por Rafael Iriondo, que caminaba con paso firme hacia la gran conquista de la I Copa del Rey. Desde ese mismo momento, Gordillo se convirtió en titular indiscutible en las alineaciones béticas, aunque no pudo participar en la consecución de dicho título por haber jugado previamente una eliminatoria con el Betis Deportivo contra la SD Huesca.

En una primera etapa defendió la camiseta verdiblanca de los años 1977 a 1985, siendo traspasado al Real Madrid donde militó hasta 1992.

Ese año volvió a Heliópolis para jugar en el Real Betis en una segunda etapa que se prolongó hasta 1995 y que tuvo el colofón de un multitudinario partido homenaje que disputaron el Real Betis y el Real Madrid.

En las doce temporadas que vistió los colores verdiblancos Rafael Gordillo jugó un total de 412 partidos en cinco competiciones (343 de Liga; 57 de Copa; 5 de la Recopa de Europa; 4 de la Copa de la UEFA y 3 de la Copa de la Liga), marcando 38 goles.

Con la selección española Rafael Gordillo jugó 75 partidos internacionales (59 de ellos durante las temporadas que fue jugador del Real Betis), participando en dos Campeonatos Mundiales (España-82 y México-86) y tres Eurocopas (Italia-80; Francia-84 y Alemania-88). Su debut en la selección se produjo el 29 de marzo de 1978 en Gijón contra Noruega.

Lateral zurdo de imponente proyección, lo mismo delantero que defensa, sus carreras por la banda con las medias bajas, son un icono grabado a fuego en el imaginario de los béticos.

En el orden personal, Rafael Gordillo fue de los pocos futbolistas que siempre pareció lo que era. El mismo muchacho del Polígono que repartía entre sus iguales, que hablaba sin afectación, que no trasladaba al papel la grandeza de su esfuerzo.

Alguien tan generoso, tan humano, tan sencillo, que siempre ha recibido elogios por igual de todos los prodigiosos futbolistas que jugaron a su lado en el Real Betis, el Real Madrid y la selección española.

Se retiró del fútbol jugando con el Écija CF en Segunda División en la temporada 1995-96.

En el año 2000 formó parte de la secretaría técnica del club y actuó como delegado del equipo.

Dejó la entidad dos años más tarde y en el verano de 2010 regresó a la entidad como uno de los tres administradores judiciales nombrados por la autoridad judicial. 

El 13 de diciembre de 2010 Rafael Gordillo fue elegido presidente del Real Betis, cargo que ocupó hasta el 29 de junio de 2011.

En la actualidad es presidente de la Fundación RBB y director de relaciones institucionales del Real Betis, así como presidente de la Comisión Organizadora del Centenario de Benito Villamarín.