HISTORIA | Nombres alemanes en la historia verdiblanca
El Real Betis sólo se ha enfrentado al Bayer Leverkusen una vez, en un partido del Trofeo Ciudad de Marbella disputado en 1982 que acabó con victoria verdiblanca por 3-0.
Por Manolo Rodríguez
Apenas unos meses después de que el Bayern Munich iniciara en Europa un trienio de reinado, el Real Betis se entretuvo en meterle cinco goles en Huelva, en el partido de consolación del Trofeo Colombino de aquel año. Corría el verano de 1974 y, posiblemente, este fuera el primer gran hito del equipo verdiblanco ante un rival alemán en suelo español.
El primer hecho digno de recuerdo por más que aquel encuentro estuviera marcado por la apatía y la desgana del Bayern, aunque sin olvidar que aquella tarde se alinearon en el conjunto teutón algunos futbolistas tan impresionantes como Schwarzenbeck, Roth, Hoeness y, sobre todo, Gerd Muller y Franz Beckenbauer.
Ese partido fue la culminación goleadora de Eduardo Anzarda, quien anotó cuatro tantos y mereció encendidos elogios de la prensa local y nacional. También la demostración de que el equipo bético, que entonces adiestraba Ferenc Szusza, estaba cuajando una excelente pretemporada a la que le puso rúbrica unos días más tarde al adjudicarse el III Trofeo Ciudad de Sevilla derrotando al Benfica en el campo del eterno rival.
Pero estábamos hablando de los alemanes y hasta ese sucedido de 1974 las noticias que vinculaban al Real Betis con el fútbol germano siempre se habían escrito en la propia Alemania, el primer país que visitaron los verdiblancos allá por el año 1925.
Entonces, como ya contamos aquí en su momento, el Betis cruzó las fronteras para llevar sus colores a otras tierras del continente y en Alemania disputó cuatro partidos contra el FC Viktoria Fosrt, el Victoria Breslauer Sportfreunde, el FC Hanau 93 y el ASN Nürnberg. Una gira que protagonizaron trece jugadores, cuyos nombres aún recordamos con emoción: Jesús y Torres (porteros); Menudo, Tenorio y Aranda (defensas); Carlos Castañeda, Adolfito (medios) y Gildós, Alvarez, Velasco, Enrique, Manolín y Fernando Castañeda (delanteros).
Cuatro décadas más tarde, en 1964, el Real Betis volvió a jugar en Alemania, esta vez en el marco de una gira que lo llevó asimismo a Holanda y Bélgica. Aquellos eran tiempos felices, ya que el club estaba a punto de debutar en una competición europea (la Copa de Ciudades en Feria) y eso lo hacía particularmente atractivo después de que en la campaña anterior hubiera quedado clasificado en tercer lugar en la Liga española, sólo por detrás del Real Madrid y del FC Barcelona.
En el primer partido de la gira los verdiblancos empataron a uno contra el Borussia Dortmund (el rival más potente, sin duda) y después ganaron 1-2 en Duisburgo al Meidericher SV, subcampeón de la Bundesliga. Su último partido en Alemania, y la única derrota, fue contra el Stuttgart.
Pasados los años, ya en 1977, al Betis campeón de Copa le correspondió eliminarse en los octavos de final de la Recopa contra el Lokomotive de Leipzig. Un equipo plenamente alemán en la actualidad, pero que en aquellos entonces pertenecía a la DDR, la Alemania comunista desaparecida tras la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989.
Precisamente fue en Leipzig, la ciudad más cosmopolita y occidentalizada del bloque soviético, donde tres meses antes habían comenzado las protestas que precipitaron el final de la Alemania Oriental y de la Guerra Fría, provocando con ello la reunificación alemana en 1990.
El partido de ida lo empató a uno el Real Betis con gol de Javier López y resolvió el cruce un par de semanas más tarde en el Benito Villamarín al imponerse a los alemanes por 2-1, con sendos tantos de García Soriano.
Como ya escribimos en una ocasión anterior, el Lokomotive inició en la década de los noventa una caída a los infiernos que lo hizo desaparecer, refundarse y sobrevivir con dificultades en las categorías regionales, siendo hoy día el Red Bull Leipzig el equipo hegemónico de la ciudad.
El siguiente enfrentamiento contra un equipo alemán en competición continental tardó casi 20 años. Ocurrió en 1995, en los dieciseisavos de final de la Copa de la Uefa, y teniendo como rival al Kaiserlautern. Y fue allí, en el campo del equipo germano, el llamado "infierno de Batzenberg", donde firmó el Real Betis una de las mejores noches europeas de su historia.
Ganó 1-3 y para siempre quedará la evocación del gol mágico anotado por Alfonso Pérez. Aquel balón que recibió en el costado izquierdo y que colocó con una parábola extraordinaria en la escuadra contraria. Un triunfo incontestable ante el que se rindieron los periódicos alemanes, publicando titulares tan generosos como: "Lección de fútbol del Betis" y "Fiesta española en el "Betze".
La vuelta la volvió a ganar el equipo verdiblanco en Heliópolis por 1-0 (gol de falta de Jarni) y desde entonces nunca más ha vuelto a encontrarse con un equipo alemán en su camino por Europa hasta ahora que el sorteo ha querido que se vea las caras con el Bayer Leverkusen en la fase de grupos de la Uefa Europa League 2021/22.
Los antecedentes que vinculan al Real Betis con el Leverkusen son muy escuálidos. Apenas un encuentro disputado, y de tono muy menor, como fue el partido de consolación del Trofeo Ciudad de Marbella del año 1982. Cuando al equipo alemán se le anunciaba en los carteles como el Bayer 04, resaltando más el año de su fundación que el nombre de la ciudad que lo acoge. Algo que ya no sucede hoy día.
Se impusieron los verdiblancos por 3-0, con dos goles del "Lobo" Diarte y uno de Carmelo, demostrando una clara superioridad que reflejaron todos los periódicos de la época. Aquel Betis había perdido la primera semifinal contra el Liverpool y a los teutones los derrotó el Málaga, que sería al fin y a la postre quien se alzaría con el torneo.
Entrenaba a los béticos el húngaro Antal Dunai (recién llegado al cargo) y el único fichaje que figuraba en la alineación era el lateral canario Diego. Aún no se había estrenado con la camiseta verdiblanca el inglés Peter Barnes (sin duda, la novedad más sonada) y todavía habría que esperar un par de semanas hasta que se anunciara la contratación del defensa Canito.
El partido se disputó el domingo 15 de agosto. Con muy poco público en las gradas, como era tradición en estos partidos por el tercer puesto, pero con temperatura agradable por la suave brisa marina. Arbitró el colegiado ceutí Luis Jaramillo y las formaciones fueron las siguientes:
Real Betis: Esnaola; Diego, Biosca, Carmelo, Gordillo (Alex, m.45); Parra (Ramón, m.80), Ortega (Prieto, m.70), Cardeñosa, Casado; Rincón (Carreño, m.75) y Diarte.
Bayer 04: Greiner; Winklhofer, Posner, Bruckmann, Gelsdorf (Fehse, m.60); Horster, Voge (Waas, m.65), Knauf; Okland (Herzog, m.75), Demuth y Vojtowicz.
El mejor sobre el campo fue Carmelo, quien firmó la jugada del partido en el minuto 69, al salir regateando contrarios desde el terreno propio y concluir la jugada personal con un tiro raso y ajustado que se convirtió en el 3-0 definitivo. Quizá como premonición de que esa sería su mejor temporada en el Betis, en la que llegó a disputar 23 partidos de Liga, 5 de la Copa del Rey y 2 de la Copa de la Uefa.
En aquellos entonces, el Bayer Leverkusen era un equipo de la media tabla alemana, que hacía apenas 3 años que había debutado en la Bundesliga. Su etapa más fecunda llegaría a finales de los 90 y su éxito más sonado fue alcanzar la final de la Champions League en el año 2002, en la que cayó ante el Real Madrid, que se proclamaría campeón con aquel gol de leyenda marcado de volea por Zinedine Zidane.
A partir de esos años, se consolidó como un asiduo participante en los más importantes torneos europeos y se labró un nombre que hoy se respeta en el continente. Otro nombre alemán que ya cruza su historia con la del Real Betis.