El equipo del Real Betis forma antes de uno de sus partidos en Alemania. Un magnífico documento de la colección Simó con el legendario Andrés Aranda en el eje de la foto. (Haz click para ampliar la imagen)

La gira por Alemania

En 1925 el Real Betis Balompié realizó su primer desplazamiento fuera de nuestras fronteras para disputar cuatro partidos en tierras germanas

Por Manolo Rodríguez

 

El Real Betis fue pionero en muchas cosas ya sabidas. Entre las más destacadas, haber sido el heraldo que anunció el fútbol grande en la ciudad de Sevilla y el primero de los clubes andaluces que inscribió su nombre en el palmarés de los campeones nacionales.

Pero también fue el adelantado que cruzó por primera vez las fronteras peninsulares para llevar sus colores a otras tierras del continente europeo. En concreto, a Alemania, donde disputó cuatro partidos en el lejano año de 1925, cuando el fútbol estaba a punto de claudicar ante el profesionalismo y aún no había nacido el Campeonato de Liga.

El de aquel tiempo era un Betis cargado de expectativas, que acababa de estrenar en diciembre de 1924 su nuevo campo del Patronato Obrero. Un moderno recinto que acabó por fin con la provisionalidad del ya maltrecho campo de 'Las Tablas Verdes' y que fue inaugurado ante unos rivales tan principales como la UE Sanz y el RCD Español del mítico Ricardo Zamora.

En 1925 presidía la entidad el industrial textil Antonio Pol Roma, aunque el gran artífice de la construcción del Patronato había sido el militar Ramón Navarro Cáceres, quien concluyó su mandato pocos meses antes dejando una estela de eficacia y valentía que siempre ha merecido reconocimiento.

La ciudad de Sevilla, como el resto del país, vivía bajo la dictadura del general Primo de Rivera y mortificada por la guerra de África. Un conflicto que desangraba a la sociedad civil, y no sólo por el alto número de muertos, sino por la injusticia que suponía que los jóvenes con posibles se libraran de ir al frente a cambio de pagarle a alguien para que fuera en su lugar. Las famosas 'cuotas' que permitían hacer un servicio militar reducido a cambio del pago de un dinero.

El alcalde de Sevilla era, por entonces, Agustín Vázquez Armero, dedicado a la administración de sus tierras y militante de Unión Patriótica, el partido creado por el general Primo de Rivera que, según su slogan, reunía a “todos los hombres de buena voluntad”. Vázquez Armero fue el alcalde que llevó a cabo el ensanche de La Campana, acabó el monumento a San Fernando y ornamentó la Plaza Nueva y la del Salvador.

El Real Betis inició su gira por Alemania el 10 de agosto de 1925. Previamente, en mayo, había ido a jugar a Barcelona contra la UE Sanz un par de amistosos como devolución de visita por aquellos encuentros que sirvieron para inaugurar el Patronato. Y quizá allí se fraguó la gira verdiblanca, ya que el equipo de Sanz tenía previsto ir en junio a tierras alemanas y tal vez fuera entonces cuando le hablaran a los directivos béticos del propósito de los alemanes por recibir a equipos españoles.

Sea como fuere, la propuesta llegó y se hizo efectiva. Así comenzó el primer desplazamiento bético fuera de España. Un episodio que desde siempre ha merecido el  interés de los historiadores, como lo acreditan en los últimos años los trabajos realizados por Manuel Carmona, en su libro 'Enciclopedia del Real Betis 1907-1929', y por Alfonso del Castillo en los cuadernos de fútbol del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE).

La expedición, compuesta por trece jugadores, Jesús y Torres (porteros); Menudo, Tenorio y Aranda (defensas); Carlos Castañeda, Adolfito (medios) y Gildós, Alvarez, Velasco, Enrique, Manolín y Fernando Castañeda (delanteros), salió en tren desde Sevilla y pasó por Madrid, Barcelona y París, antes de llegar a su destino final en Colonia.

La figura más reconocible de ese grupo era, sin duda, Andrés Aranda, uno de los nombres míticos en la historia verdiblanca. Había debutado en el año 1921 siendo el futbolista que con menos edad vistió la camiseta del Betis en partido oficial, y con el paso de los años formaría parte de aquel gran equipo que en 1931 alcanzó la final de la Copa de España y en 1932 ascendió por primera vez a la máxima categoría del fútbol español.

Posteriormente, desfiló por todos los cargos técnicos de la entidad y cuando en el año 1965 sobrevino su doloroso e inesperado fallecimiento ocupaba el cargo de entrenador del Real Betis, una trágica circunstancia que nunca ocurrió antes y que jamás ha vuelto a repetirse.

Precisamente por el testimonio de Andrés Aranda al periódico 'La Unión' (deliciosa entrevista realizada por el periodista y ex presidente del Real Betis, Gil Gómez Bajuelo) sabemos la honda impresión que le causó a los futbolistas béticos jugar en campos de hierba y lo imponente que les resultó el cosmopolitismo de aquel París de los felices veinte.

En Alemania jugaron cuatro partidos (contra el FC Viktoria Fosrt, el Victoria Breslauer Sportfreunde, el FC Hanau 93 y el ASN Nürnberg) y aunque no ganaron ninguno los ecos de su aventura resultaron gratos y reveladores. Aranda se trajo el apodo de 'El Científico' y al portero Torres lo llamaron 'El Gato'. Nunca dejaron de referir el gentío que hubo en aquellos campos y los múltiples agasajos y regalos que recibieron de las autoridades alemanas. Como muestra, ese copón que se conserva en el antepalco del Villamarín.

La gira concluyó el 29 de agosto en la estación de Córdoba. Diecinueve días en el extranjero. Lo nunca visto en aquellos tiempos. Casi tres semanas en Alemania que son,  desde entonces, historia del Betis.