Era la guinda que le faltaba al pastel. Corría el minuto 2 del partido contra el Real Racing Club cuando un envío desde la derecha de Alfred N'Diaye era remachado al fondo de la red por Dani Ceballos tras burlar a la zaga cántabra. El anticipo del '46' bético en el remate final parece ser fiel reflejo de lo que ha sido su irrupción en el primer equipo del Real Betis Balompié, un camino en el que ha ido adelantándose a todas las etapas por cumplir en la consolidación del brillante futuro que le aguarda.

Un debut profesional estrenado la temporada pasada en el partido frente a la Real Sociedad CF en la jornada 35 de la Liga BBVA y que ha alcanzado su cénit en el curso 2014/2015, ejercicio en el que gracias a su desparpajo, frescura y entrega, el canterano se ha hecho indiscutible en las alineaciones del primer plantel. Desde que arrancase la presente campaña, Dani Ceballos había ido aumentando progresivamente el nivel de su fútbol, añádiendole recursos que le han servido para protagonizar destacadas actuaciones y recibir el premio del aplauso de la grada en cada partido.

Su celebración del gol marcado por Rubén Castro en el triunfo contra el CD Lugo (0-1), indicaba que aún faltaba un último escalón por superar y llegar así a la eclosión definitiva. En aquel instante, Ceballos golpeaba con fiereza el tapete del Estadio Ángel Carro para simbolizar la alegría máxima derivada de un gol en el que su aportación resultó fundamental. 

Hoy era su momento. La rabia del gol estaba concentrada en su figura. El tanto que corona un excelente rendimiento y que hace crecer un poco más a Dani Ceballos en la meteórica evolución que está atravesando en la disciplina del Real Betis Balompié.