Tras 5 jornadas disputadas en la Liga BBVA y 3 partidos en Europa hasta la fecha, la plantilla bética va ajustando el ritmo competitivo necesario para una campaña que será larga y exigente, con la ilusión focalizada en tres competiciones, las dos mencionadas anteriormente más la Copa del Rey. Pepe Mel, sabedor de que la distribución de minutos va a ocupar un lugar relevante en la estrategia de esta campaña, insistió desde la finalización del curso anterior que necesitaba un bloque amplio para afrontar con garantías la temporada que ahora nos ocupa.

En el argot futbolístico, se le suele conocer como fondo de armario. En otros términos, equilibrio, competitividad. El técnico bético señaló los huecos a cubrir durante el mercado veraniego, por lo que fueron llegando en cascada los refuerzos para apuntalar una plantilla sólida y en la que no hubiese notables diferencias cualitativas, sino que el puesto dentro de las alineaciones hubiese que trabajarlo en cada sesión de entrenamiento. Igualdad, la palabra que define a la escuadra bética en todas sus posiciones, con una lucha reñida para ganar posición al compañero, pero siempre dentro del gran ambiente que prevalece en el vestuario.

No es por ello extraño que en las primeras semanas de competición hayamos asistido a una serie de rotaciones por parte del cuerpo técnico. Existen dos objetivos latentes. Por un lado, evitar el desgaste y la fatiga tanto a nivel físico como mental en cada uno de los componentes de la disciplina bética, ya que las apreturas del calendario obligan a tener las piernas ligeras y la mente despejada en los diferentes torneos. Asimismo, Mel pretende tener a todos sus jugadores activados, enchufados a la dinámica para conseguir minutos, evitando de este modo la relajación y la creencia de que algún elemento se considere insustituible en el once inicial.

Son estas las razones que impulsan al entrenador madrileño a probar diferentes alternativas en los partidos que se han jugado en estos primeros meses de trabajo. La prueba más evidente de que Mel procura ser ecuánime y premiar el esfuerzo de todos sus pupilos, la tenemos en los dos últimos encuentros que se han disputado en el Estadio Benito Villamarín. Entre el duelo ante el Olympiqiue Lyonnais y la visita del Granada CF, el director del banquillo bético utilizó la cifra de 22 jugadores, contando tan solo con las ausencias de Nono, Juan Carlos y Rubén Castro, únicos integrantes del plantel, por lesiones en los casos del delantero canario y el extremo madrileño, que no fueron incluidos en los planes del míster del Real Betis. 22 hombres que apuntan la rica variedad de recursos de la que dispone el EuroBetis, con el fin de repetir la brillante campaña 2012-2013.