Las victorias, además de la confianza que proporcionan para el futuro, suelen traer corrientes positivas que vienen derivadas gracias a esa inyección de autoestima. Y es que además del triunfo ante el RCD Espanyol que da un soplo de oxígeno a la plantilla, la gran noticia ha estado en los estrenos de Antonio Adán y Alfred N'Diaye, los últimos refuerzos en incorporarse a la disciplina bética en el pasado mercado invernal.

Especialmente destacada ha sido la aportación del centrocampista franco-senegalés, que ha actuado ante el conjunto de Javier Aguirre en la posición de líbero. Durante todo el partido, N'Diaye ha dejado una grata impresión en todas las parcelas del juego, mostrándose muy poderoso en los balones aéreos, arrancando con potencia desde atrás y sujetando una defensa de tres en la que gracias a la ayuda del futbolista a préstamo por el Sunderland AFC, ha encontrado el mejor nivel de Jordi Figueras y Antonio Amaya. Su envergadura le ha servido para ganar en la mayoría de sus maniobras a Córdoba, vigilando las coberturas y asistiendo al corte con gran precisión. Incluso el flamante refuerzo ha mostrado gran soltura con el balón en los pies cuando ha tenido que avanzar desde la retaguardia.

Por su parte, Antonio Adán no ha tenido excesivo trabajo en el duelo ante el bloque perico, que solo fue capaz de disparar una vez entre los tres palos. Sobrio y con seriedad cuando ha tenido que salir en las acciones a balón parado, el ex del Cagliari ha resultado también fundamental para sostener la seguridad del equipo, cimentada en ese propósito principal de conceder pocas ocasiones y cometer el mínimo número de fallos que semanas atrás habían costado puntos ante rivales directos.