A poco menos de un mes para el comienzo del campeonato liguero no hay tregua posible. Así lo entiende Gustavo Poyet y su cuerpo técnico, quienes continúan estos días en Alemania cargando baterías para la próxima temporada. Tras llegar ayer lunes a Alemania y completar por la tarde la primera sesión en el Volksparkstadion de Neuruppin, el cuadro bético ha arrancado hoy una nueva jornada de trabajo con un exigente circuito físico comandado por Marcos Álvarez. Con el inicio del campeonato asomándose a la vuelta de la esquina con mayor nitidez según avanzan los días, el prepador físico del primer equipo no quiere que se rebaje un ápice la intensidad, de ahí que los futbolistas hayan tenido que emplearse a fondo en todos los ejercicios planificados por el cuerpo técnico.

Un exigente ensayo físico en el que también se ha sudado de lo lindo con balón, ya que se se realizaban diferentes tareas orientadas a potenciar la conducción del esférico y los disparos a portería. Dos series de 15 minutos cada una para acomter este circuito que provocaron el cansancio de unos futbolistas que acogen de buen grado en este período de preparación las palizas físicas que luego tendrán efecto positivo en la competición. Posteriormente, el grupo dedicó el último tramo de la actividad a la parte táctica, donde Poyet tomó el mando. Esta tarde, nueva sesión en tierras alemanas en la que el técnico uruguayo, al igual que ocurriese en la prueba matinal, volverá a contar con los 24 futbolistas desplazados a Alemania.