Nada más conocerse la noticia del fallecimiento de Gerrie Mühren, Rafael Gordillo, que compartió vestuario con el jugador holandés en las filas del Real Betis Balompié, atendía a www.realbetisbalompie.es: "Tengo de él un grandísimo recuerdo. Coincidé con él en la época en la que debuté en el primer equipo. Estaban él y Ladinsky como extranjeros en el equipo, por lo que no podían jugar la Copa del Rey. Yo tampoco pude hacerlo por haberla jugado ya con el Betis B. Así que siempre entrenábamos los 3 solos, siempre lo hacíamos cuando el resto de compañeros estaba de viaje. Aprendí muchísimo de ellos, sobre todo me indicaba Mühren cómo hacer las voleas. Me decía donde quería el centro y cómo ponerle la pelota para que luego rematase. Era impresionante lo que podía hacer con mis centros".

El mito del beticismo no podía evitar contener la emoción al recordar el trato presonal con Gerrie Mühren: "Era muy callado, muy buena persona. Venía de una escuela impresionante, con aquel Ajax de Johan Cruyff que estaba de moda. Fue muy bien compañero, nada conflicitvo. Técnicamente era buenísimo, tenía una cantidad de recursos como pocos futbolistas vi en mi carrera. Pese a venir de ganarlo todo con el Ajax, era una persona muy humilde. Siempre tenía buenas palabras y te decía en qué cosas podías mejorar".

A la hora de centrarse en aquella campaña que acabó con el título en la Copa del rey, Rafael Gordillo se deshace en elogios al que fuese su compañero: "Fue un jugador importantísimo aquella temporada. En liga era siempre titular, como pivote defensivo o como centrocampista. Ténicamente era muy bueno. El bético de aquellos años que lo conoce seguro que lo va a sentir muchísimo. Seguramente estemos hablando de uno de los mejores jugadores técnicamente que ha pasado por el Betis. La tranquilidad que le daba a la defensa sacando la pelota desde atrás era increíble".